Estudiar y analizar los mecanismos utilizados por las plantas para reconocer los microorganismos patógenos y así activar sus propias defensas para combatirlos, es el eje central de un proyecto de investigación dirigido por la doctora J. Shenn, del Departamento de Genética de la Escuela Médica de Harvard y en el que participa la profesora Lourdes Gómez Gómez, investigadora de la Sección de Biotecnología del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla-La Mancha (Albacete).
Lourdes Gómez, única española del grupo de investigadores, ha comentado que este trabajo, publicado en el último número de la prestigiosa revista científica Nature, tiene su origen en un proyecto desarrollado en 1997 en el Friedrich Miescher Institut (NOVARTIS) en Basilea, donde se incorporó con una beca de formación de Doctores del Ministerio de Educación y Ciencia. Los estudios realizados entonces fueron también publicados, junto al profesor Boller, en la revista Molecular Cell. Este trabajo les llevó a identificar y caracterizar el receptor de plantas que es responsable del reconocimiento de bacterias patógenas que infectan a su planta en el medio natural.
Las nuevas investigaciones realizadas han puesto de manifiesto, indicó la profesora Gómez, que existe un gran paralelismo entre el sistema inmunitario innato de animales e insectos con el de las plantas, lo que lleva a considerar, añadió, que este sistema es muy antiguo y que incluso pudiera haber surgido antes de la separación de plantas y animales.
Estas nuevas aportaciones científicas abren un interesante campo de experimentación ya que determinadas actuaciones que, por razones éticas principalmente, plantean dificultades en ser llevadas a cabo con animales si se podrían realizar con plantas.
En cuanto a las aplicaciones reales de las investigaciones realizadas, la investigadora del IDR resaltó que gracias a este estudio se podrían desarrollar plantas de interés agronómico resistentes a las bacterias y hongos patógenos en general, hecho de gran trascendencia si se tiene en cuenta que dichas bacterias son las responsables de un 40 por ciento de las pérdidas que se producen cada año en la producción agrícola mundial.