La retinopatía diabética es una complicación temprana de la diabetes que, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Diabetes, se utiliza como criterio para comparar la eficacia de los tres métodos recomendados para el diagnóstico de la diabetes: la sobrecarga oral de glucosa; la glucemia plasmática en ayunas; y la hemoglobina glicosilada.
Este estudio, publicado recientemente en la revista PLOSone, tiene como objetivo evaluar la precisión de estas medidas para el diagnóstico de la diabetes y estimar los niveles más apropiados para clasificar a una persona diabética.
En este sentido, Vicente Martínez Vizcaíno, director de este centro de investigación, ha señalado que este estudio, pionero al no existir hasta la fecha otro que compare con metodología rigurosa estas tres pruebas, tiene como novedad la utilización de la denominada ‘curva HSROC’. Una técnica reciente de meta-análisis que proporciona información de utilidad para clínicos y comités de expertos internacionales para decidir la estrategia más apropiada para el diagnóstico de la enfermedad.
Asimismo, los datos de esta investigación apoyan también que el nivel más apropiado de hemoglobina glicosilada para el diagnóstico de la diabetes es del 6,5%, mientras que para la glucemia en ayunas el punto de corte de mayor rendimiento diagnóstico es de 140 mg/dL y no, como viene considerándose habitualmente, de 126 mg/dL.
Resaltar que estos resultados se enmarcan en una investigación de Martínez Vizcaíno y forma parte de la tesis doctoral de Iván Cavero. Este estudio se está llevando a cabo desde principios de 2015 en el Centro de Estudios Sociosanitarios con el fin de evaluar la utilidad de la hemoglobina glicosilada como biomarcador de riesgo cardiovascular y metabólico.
Gabinete Comunicación UCLM. Cuenca, 29 de abril de 2016