En octubre se cumplen noventa años del triunfo de la revolución en Rusia, el entonces llamado “País de Octubre”. Tras la Revolución de 1917 y la caída del sistema zarista, el mundo de la cultura: cine, pintura, música se llenó de propuestas éticas, estéticas e ideológicas que han colmado las expectativas de estudiosos y amantes del saber. Ahora, la Facultad de Letras del Campus de Ciudad Real se ha propuesto llevar a cabo varias miradas desde diferentes perspectivas para entender mejor la semilla que se plantó a principios del siglo XX en la ahora extinta Unión Soviética.
Dirigido por el profesor de la UCLM Miguel Cortés y con 120 alumnos matriculados, en su mayoría de la UCLM pero también de otras universidades, además de interesados y curiosos; el curso “Un país de octubre” analiza y conmemora el espíritu de cambio político, social y artístico que trajo consigo la Revolución de 1917. El rigor intelectual y el denso sustrato cultural que llevó a artistas de la categoría de Rodchenko, Malevich, Eisenstein o Maiakovski a la búsqueda de un lenguaje nuevo, que también habría de revolucionar la marcha de las artes y acentuar el papel de las vanguardias en una triple dirección: investigación formal, teorización y realizaciones magistrales.
Según el profesor Cortés “se aborda el acontecimiento desde una perspectiva interdisciplinar, de acuerdo con las tendencias historiográficas más recientes, que los estudios anglosajones han denominado historia cultural”. Por eso, se trata el fenómeno desde la literatura, el papel que jugó el teatro con obras de Meyerhold y escenografias de Efimenko o Slepanov; el alto nivel que alcanzó el diseño de los carteles como medio de propaganda y renovación plástica o el nuevo cine soviético pues, en buena medida, la revolución “inventa” el cine. Una de las sesiones prevé abordar los testimonios de los viajeros que fueron a la Unión Soviética para comprobar, de primera mano, lo nuevo y extraordinario que allí estaba sucediendo y contarlo luego a los lectores occidentales; así ocurrió con personajes de la talla de Bertrand Russell o Walter Benjamín o los periodistas españoles Sofía Casanova y Josep Pla.
Este curso monográfico se ofrece como una propuesta de colaboración con centros de otros campus universitarios de la UCLM, en este caso, con la Facultad de Humanidades de Albacete donde se desarrolló una primera versión del mismo el pasado mes de diciembre. Ahora se ha añadido la participación de investigadores procedentes de la Real Escuela Superior de Arte Dramático y la Universidad Autónoma de Barcelona.
A las ponencias previstas se añaden la proyección y coloquio de la película La Madre, de V.I. Pudovkin y una selección, muy escogida, de algunos de los carteles más deslumbrantes de la época. Las intervenciones serán publicadas a continuación en forma de libro.
Castellano-manchegos en Rusia
A la Unión Sovietica acudieron castellano-manchegos por diversos motivos. Lo hizo el famoso escultor toledano Alberto cuando tuvo que exiliarse a causa del desenlace de la Guerra Civil, viviendo allí desde 1938 a 1962, fecha de su muerte; años en los que continuaría evocando la memoria de su tierra a través de sus paisajes y modo de vida. Allí acudió también, en 1941, Arturo Espinosa Poveda, nacido en Valdepeñas, como artillero de la División Azul hasta su regreso en 1943. El espléndido relato de sus experiencias en la Campaña de Rusia ha tenido que esperar 50 años para ser editado.
Hay que destacar también que el pueblo ruso ha sido, quizás, el que mejor ha sabido captar el simbolismo trascendente de El Quijote, en concordancia con las aspiraciones y anhelos del alma rusa. El destino ruso del Quijote viene siendo objeto de numerosos estudios pero ofrece nuevas posibilidades.
Gabinete de Comunicación. Ciudad Real, 5 de marzo de 2007