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Dentro del ciclo de conferencias "Religión y Ciencia"

El significado religioso de la teoria de la evolucion, a debate en la Escuela de Informatica

16/05/2006
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El significado religioso de la teoria de la evolucion, a debate en la Escuela de Informatica

16/05/2006

La Escuela Superior de Informática ha acogido esta tarde la celebración de una nueva conferencia del ciclo “Religión y Ciencia”. Se trata de la charla “El significado religioso de la teoría de la evolución”, a cargo de Andrés Galera, investigador del Departamento de Historia de la Ciencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en la que ha desgranado las dos teorías sobre la creación del hombre: ¿es obra de Dios o responde a la evolución de las especies?
Según el profesor Galera la naturaleza se conoce través de las manifestaciones fenomenológicas y materiales que la conforman. A lo largo de la historia terrenal se han diferentes respuestas a sus múltiples y misteriosas formas y fenómenos utilizando dos niveles cognoscitivos interactivos: la religión (conocimiento mágico) y la ciencia (conocimiento reglado). Situados en polos metodológicos y conceptuales opuestos, ciencia y religión convergen en los fines: liberar al hombre de la incertidumbre que limita su existencia. Este proceso intelectual define históricamente la relación del hombre con la naturaleza, caracterizándose por un paulatino trasvase informativo unidireccional, de suerte que el conocimiento deja de ser mágico cuando alcanzamos a explicar el porqué de las cosas.
Dentro de esta ambivalencia científico-religiosa, la teoría de la evolución desarrolla una interpretación laicista de la naturaleza contraria al hegemónico modelo creacionista que, sin embargo, en la versión darwiniana, no excluye el dogma del dios creador, sólo lo redimensiona en modo y tiempo. La consecuencia más significativa de esta modulación evolutiva, ocurrida durante el siglo XIX, es antropológica. Para Andrés Galera la cuestión resulta tan sencilla de plantear como difícil es su resolución ¿qué es el fenómeno humano? –se pregunta. Hasta entonces la cuestión se responde fácilmente, el Homo Sapiens es la especie elegida por Dios; hecho a su imagen y semejanza, proclama la Biblia, estableciendo un grado de complicidad. Después, el hombre será un caso más del maremágnum de especies emergentes durante la cronología terrestre, sin derecho alguno sobre sus compañeros de viaje. La orfandad humana supone un grave traspiés para el orden social, sustentado en un modelo religioso cuyo edificio se tambalea.
La evolución parece la prueba definitiva contra el dios creador pero, finalizando el siglo XX, algunos científicos han desempolvado el antiguo argumento del diseño para, apoyándose en la complejidad estructural del ser vivo, construir una crítica antievolucionista cuyo trasfondo ideológico es la conveniencia de consensuar un planteamiento creacionista para explicar el fenómeno de la vida terrestre. ¿Debemos hacer oídos sordos a estos cantos de sirena? –finalizó el conferenciante.
Gabinete de Comunicación. Ciudad Real, 16 de mayo de 2006

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