Una jornada organizada por la Universidad de Castilla-La mancha e Iberdrola pretende abordar el impacto de la Generación Distribuida en el sistema eléctrico español y, más concretamente, en la comunidad de Castilla–La Mancha. Los temas tratados incluyeron el efecto de las energías renovables en el sistema eléctrico, con especial referencia al sistema eólico, y la futura Ley de Fomento de las Energías Renovables y Eficiencia Energética de Castilla–La Mancha.
Inaugurada por Antonio de Lucas, vicerrector de Desarrollo Empresarial e Infraestructuras de la Universidad de Castilla-La Mancha; Miguel Ángel Benita, director de Relaciones Institucionales de IBERDROLA en Castilla–La Mancha y Benito Montiel, director general de Industria y Energía en la consejería de Industria y Tecnología de la Junta de Comunidades, en esta jornada se abordó el impacto de la Generación Distribuida en el sistema eléctrico español y, más concretamente, en la comunidad de Castilla–La Mancha.
Los temas tratados en la jornada incluyeron el efecto de la energía eólica en el sistema eléctrico, el nuevo entorno regulatorio español y la futura Ley de Fomento de las Energías Renovables y Eficiencia Energética de Castilla – La Mancha. Para ello se cuenta con la colaboración de profesores de reconocido prestigio en los temas a tratar, de empresas punteras en el sector (Iberdrola) y de representantes la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
La subida de los precios del petróleo y las consideraciones medioambientales recogidas en el Protocolo de Kyoto han llevado a los países a encontrar vías de abastecimiento alternativas, como es el caso de la generación distribuida (GD). La característica principal de todas las tecnologías de GD es su producción intermitente de energía y su conexión directa a la red de distribución.
La Generación Distribuida engloba muchas tecnologías que son eficientes y respetuosas con el medio ambiente, como por ejemplo: la energía eólica, las células de combustible o los paneles fotovoltaicos, etc. Países como Dinamarca y Holanda han alcanzado ya un uso de la GD del 37%; otros países como Alemania o España han alcanzado ya un uso cercano al 10%.
En un futuro próximo, se espera incluso que la GD sea la alternativa sostenible a la generación convencional. Además, el uso de la GD, especialmente mediante energías renovables, en países en vías de desarrollo está siendo un motor del aprovechamiento de los recursos disponibles a un coste relativamente bajo.
Ciudad Real, 1 de diciembre de 2006