El Aula Cultural Universidad Abierta acogió la presentación del catálogo y la inauguración de la exposición de Ramón Cascado, El alma del papel. Esta exposición ha sido organizada por el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM) con la colaboración del Vicerrectorado del Campus de Ciudad Real y Cooperación Cultural así como de las Cortes Regionales.
A la presentación asistieron el propio artista, Ramón Cascado, Esther Almarcha, codirectora del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha y Juan José Pastor, coordinador de las actividades culturales del Aula Cultural. La exposición podrá contemplarse del 20 de abril al 4 de mayo con un horario de 18:30 a 21:30 horas.
Ramón Cascado nació en Daimiel (Ciudad Real) donde estudió hasta los 17 años en la Escuela de Artes y Oficios con el Profesor Juan D’Opazo y colaboró con él en diferentes pinturas de iglesias. Para ganarse la vida, trabaja en una droguería y pasa luego a integrarse en un equipo de pintura y restauración, realizando cenefas, imitaciones de madera, mármol, etc.
En Madrid prosiguió su formación en el Círculo de Bellas Artes. En 1958, viaja a París donde asiste a Academia de La Grande Chaumière a las clases del Profesor Gotees, quien luego se encargaría del Atelier de André Lhote. A raíz de Mayo del 68, se cuestiona el por qué de sus actividades y empieza a dedicarse a la animación cultural y a talleres de arterapia infantil.
Vuelve a España en 1974 y anima diferentes talleres dedicados a niños y adolescentes en centros culturales y en TVE (programa La cometa blanca). De 1992 a 2001 es Profesor asociado en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca. Es así como su obra pasa de los primeros paisajes expuestos en París (Galerie Camille Renault, 1960) a las composiciones abstractas y matéricas de las Texturas telúricas presentadas en la Sala Neblí (Madrid, 1964) y luego a obras que vuelven a la figuración presentadas en La Casa del Siglo XV (Segovia, 1966) con composiciones inspiradas en recuerdos infantiles, que incluyen telas y encajes.
Su evolución personal, cada vez más volcada en una búsqueda solitaria inspirada tanto en el mundo de la infancia como en su interés por el Zen, le han llevado últimamente a descartar el color en su obra, limitándose a trabajar en las infinitas posibilidades del brillo y del mate en las texturas blancas.
Hasta llegar a Silencio compartido, su primera propuesta de obras en papel, de pequeño formato, realizadas sin ningún elemento tradicional en una original técnica consistente exclusivamente en un tratamiento especial del soporte. Son composiciones que juegan con la textura del papel, los brillos y los mates con un juego peculiar de relieves tenues detectables con luz rasante.
En esta misma línea, presenta después Trasgo latente donde se vislumbran algunas formas fantasmagóricas, y luego État d’esprit, hasta llegar a la actual muestra, El alma del papel que reúne una selección de las propuestas anteriores junto con las últimas obras dedicadas al Zoótropo.
Ciudad Real, 20 de abril 2006