Profesores, sindicalistas y alumnos analizan el informe “Más y mejor empleo en un nuevo entorno socioeconómico: por una flexibilidad y seguridad laborales efectivas” que se presenta la semana que viene a nivel nacional y que ha sido realizado por un grupo de ocho expertos juristas y economistas elegidos por el Gobierno, los sindicatos y la patronal. En dicho informe queda patente la defensa de la seguridad en el trabajo y la necesidad de erradicar la temporalidad.
Dirigidos por el catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Castilla-La Mancha, Antonio Baylos, sindicalistas, profesores y alumnos han trabajado sobre el texto encargado por el Gobierno a una comisión de expertos sobre problemática de empleo, llamado “Más y mejor empleo en un nuevo entorno socioeconómico: por una flexibilidad y seguridad laborales efectivas” que tiene su origen en el cambio surgido a raíz de las elecciones del 14 de marzo de 2004, cuando el presidente Zapatero fomentó un acuerdo tripartito entre CEOE-CEPYME, CCOO y UGT y el propio Gobierno.
Ocho Juristas y economistas de reconocido prestigio, entre los que se encuentra Juan Cruz, catedrático de Derecho del trabajo de la Universidad de Sevilla han trabajado sobre las reformas laborales de los últimos 15 años y han realizado un diagnóstico del que se desprende la necesidad de aunar flexibilidad y seguridad laboral. A pesar de las dificultades para encontrar puntos de encuentro entre el Derecho y la Economía, “se ha hecho un diagnóstico muy completo y consensuado”, según baylos.
El profesor Antonio Baylos habló de una “etapa especial para la concertación laboral, absolutamente distinta a la languideciente y mortecina que se venía haciendo desde 2002-03”. Una etapa interesante para Administración y sindicatos pero poco relevante para la empresa privada. “Ahora se va a hablar sobre reforma del mercado de trabajo desde una perspectiva nueva y diferente”, comentó el catedrático de la UCLM.
El texto se sostiene sobre dos ejes. En primer lugar hace un diagnóstico sobre el camino recorrido, haciendo hincapié en la reforma de 1994, diferente a la de 1997, extremadamente crítica y con aportaciones muy sugerentes. Por otro lado, hay un eje teórico explicativo de fondo que descansa sobre valores como la seguridad en el trabajo y las relaciones socioeconómicas. Evidentemente este texto, según Baylos
“tiene un fuerte componente economicista, pero se contrapesa con la orientación política, que debe controlar la economía”.
Para Juan Cruz “este tipo de informes van paralelos al debate político y, en este caso tiene un antes y un después, marcados por el acuerdo tripartito de 2004 y porque ya es un instrumento de trabajo para el Gobierno y la Patronal de cara a la concertación social y la posible reforma laboral”, que para Cruz “si la hay, se hará antes del verano”.
Es la primera vez que se hace un informe consensuado donde se avanzan los compromisos políticos para la concertación laboral. Comenta Cruz que “no es un documento corto, ni una lista de materias; se trata de opiniones sobre las medidas de reforma en el pasado y filosofías comunes en el escenario actual”. En el texto se han tratado 13 materias sobre las que se piensa actuar, todas en relación con la reforma laboral y se ha pedido opinión a los expertos sobre su incidencia en el mercado laboral.
A partir de un mandato del Gobierno dirigido a la comisión de expertos se les ha preguntado sobre la situación global del mercado de trabajo, políticas activas de empleo, funcionalidad de las figuras de contratación laboral, temporalidad y flexibilidad. Además aparece por primera vez el término “flexibilidad inadecuada” dentro del análisis de la relación entre mercado de trabajo y productividad.
El Informe
A grandes rasgos el objetivo es conseguir más y mejor empleo que en 1992. “Nos encontramos con un periodo de crecimiento en el que se crearon más de cinco millones de empleos, con una tasa de ocupación que pasa del 49 al 59%. Pero la Estrategia Europea de Empleo que se aprobó en Lisboa obliga al Gobierno a llegar a un 70%, lo que marca un diferencial de un 10% con respecto a la situación anterior. Para las mujeres se pide una tasa del 60% y el 50% para mayores de 55 años”, dijo Cruz.
El problema es que este tipo de crecimiento no se va a repetir, el escenario es diferente, dice el profesor Juan Cruz que “el río es el mismo, pero el agua que fluye es diferente”, parafraseando al filósofo griego. Ahora nos enfrentamos al envejecimiento de la población, a los flujos de inmigración y al asentamiento de la mujer en el empleo. Además, la temporalidad crece en España de forma superior a la Unión y nos encontramos en torno a un 30%, un 10% por encima de la media. Es sorprendente, comenta Cruz que “la temporalidad crece en las administraciones locales y en las comunidades autónomas donde más había y decrece en la empresa privada”.
Ciudad Real, 18 de abril de 2005