La Facultad de Medicina de la UCLM en el Campus de Albacete ha visto cumplidas parte de sus expectativas con la celebración del primer acto de graduación de sus alumnos, los primeros licenciados en Medicina de la Universidad Regional. Después de jurar los distintos mandamientos de la declaración de Ginebra (que contiene las normas y códigos de la ética médica), un total de 75 estudiantes han recibido su beca en un acto presidido por el presidente de Castilla-la Mancha, José María Barreda y el rector, Ernesto Martínez Ataz, que ha contado con la presencia de representantes de diversas Instituciones regionales y municipales, así como del ámbito sanitario.
La Graduación ha tenido lugar en el Paraninfo del Campus Universitario de Albacete, donde el decano de la Facultad, Jorge Laborda, ha destacado la pasión y el esfuerzo de un gran grupo de personas -muchos de los cuales se encontraban presentes- para conseguir lo que hoy es una realidad, dijo “una Facultad de Medicina en Castilla-la Mancha que ha conseguido dejar boquiabiertos a los más escépticos”. El decano aventuró apasionantes cambios para los nuevos médicos, dijo“serán capaces de actualizarse en el mundo de la medicina del futuro, de aprender y utilizar nuevas y prometedoras terapias, células madre, terapia génica y podrán utilizar las nuevas tecnologías que vayan surgiendo en sus carreras”. En esta Facultad la mayoría de los alumnos son mujeres, un cambio sin precedentes para el decano, que destacó que “en un futuro inmediato será una mujer a la que tendremos que confiarle el cuidado de nuestros males y poner nuestra vida en sus manos”.
Tras jurar la Declaración de Ginebra sobre la ética y las normas médicas de las que deben hacer gala estos futuros profesionales, los alumnos fueron recibiendo las becas de manos del rector, el presidente de la región, el alcalde de Albacete, el consejero de Educación, el decano de la Facultad y el vicerrector del Campus de Albacete y Proyectos Emprendedores. En su discurso el rector recordó la fecha del 6 de octubre de 1998, cuando el BOE recogió la resolución rectoral por la que se hizo público el Plan de Estudios de la Facultad de Medicina, un centro que comenzó su actividad en el curso 98-99. El rector recordó las dificultades para conseguir la aprobación por parte del Consejo de Universidades, por eso agradeció el enorme apoyo de la Junta, el Consejo Social de la Universidad, las aportaciones individuales llegadas de distintos ámbitos y en especial de los que hicieron posible, dijo, “el milagro”, como José Bono, José María Barreda, Luis Arroyo, Julio Fermoso, Francisco Luzón y Carlos Belmonte.
El rector destacó el importante papel de los profesores que conformaron el Plan de Estudios y el de los que, junto a los investigadores, dieron vida a un proyecto entusiasta sin comparación con éste que bebió, dijo “de las fuentes de otras facultades pioneras y novedosas en sistemas de enseñanza como Maastricht y Ginebra”. También quiso nombrar a todos los profesores de la Facultad en reconocimiento a su trabajo en aulas, laboratorios y en el Complejo Hospitalario Universitario, pues apuntó “los proyectos tienen nombres de personas concretas que los hacen posible”. Martínez Ataz también adelantó la noticia del convenio recientemente firmado con el Instituto de Finanzas de la Junta de Comunidades que, con su aval de 21 millones de euros, permitirá acometer grandes proyectos para la Facultad, como la construcción de un animalario de experimentación y el Aula Magna de la Facultad de Medicina. Por último tuvo palabras de agradecimiento a los alumnos por confiar plenamente en la UCLM y en sus profesores y les deseó el mayor éxito profesional en su carrera tras felicitarles por los excelentes resultados conseguidos. El rector auguró un gran futuro a esta joven Facultad que quiere convertirse en una de las mejores de España.
La Facultad de Medicina de la UCLM cuenta con 174 profesores y 463 alumnos, de los que 75 se han licenciado en esta Promoción. El centro es uno de las pioneros en Europa en la mejora de la calidad de la enseñanza, sustituyendo el sistema tradicional por un modelo integrado, más práctico, basado en el establecimiento de las competencias profesionales, que es el que se desea implantar en el nuevo espacio europeo de Educación Superior. Además, la Facultad ha encaminado sus pasos hacia la investigación, un reto que no ha hecho más que empezar y donde ya se están obteniendo resultados satisfactorios.