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Elaborado en colaboración con la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales y el Instituto de Consumo

La UCLM presenta un estudio sobre los efectos de la crisis económica en los consumidores de la región

26/05/2010
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La UCLM presenta un estudio sobre los efectos de la crisis económica en los consumidores de la región

26/05/2010

La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha presentado hoy un informe sobre los efectos de la crisis económica en los consumidores de la región, elaborado por el Centro de Estudios de Consumo (CESCO) y la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales con el apoyo del Instituto de Consumo. El documento, que puede consultarse íntegramente en www.uclm.es/cesco, confirma que esta crisis va a tener un efecto profundo y permanente, marcando un "antes y un después" en los hábitos de consumo de los castellano-manchegos.

Para llevar a cabo el estudio se han recogido datos pormenorizados de doscientas ochenta familias de las cinco provincias de Castilla-La Mancha, divididas en dos grupos diferenciados: uno integrado por aquellas familias que se han visto afectadas directa y gravemente por la crisis y otro compuesto por familias que han mantenido su nivel de ingresos. También se han analizado los datos estadísticos, económicos y sociales más recientes, así como las aportaciones y estudios de otros expertos en consumo.
Una de las primeras conclusiones es que la crisis ha provocado cambios muy extensos y generales en el comportamiento de todos los consumidores, incluso en los no afectados directamente por ella. De cada cuatro consumidores, uno ha seguido gastando como antes, otro ha reducido tu consumo y los otros dos han procurado mantenerlo pero mirando más los gastos.
En general, la estrategia elegida para afrontar la crisis es mirar más el precio de los productos y aprovechar ofertas y oportunidades, aunque otras medidas como prescindir de caprichos, ahorrar en el gas o en la electricidad, elegir marcas blancas o comprar menos ropa han sido adoptadas por más de la mitad de los que han seguido consumiendo.
Según las fuentes consultadas, los colectivos más afectados por la crisis son los desempleados, los pequeños empresarios y autónomos, los jóvenes que han concluido sus estudios, la población inmigrante y los trabajadores por cuenta ajena. Al otro lado están, siempre desde los datos recogidos en el informe, los consumidores, los funcionarios, los pensionistas y los grandes empresarios e inversionistas.
Los que más han sufrido el impacto de la recesión se han visto obligados a recortar todos sus gastos, a prescindir de gastos innecesarios como restaurantes o bares de copas y a ahorrar en peluquería, taxis, hábitos de ocio y vacaciones. Este colectivo, además, ha tenido que posponer inversiones o gastos previstos como comprar una vivienda, electrodomésticos, productos informáticos, coches o muebles, así como realizar obras en la casa.
Otra de las conclusiones del informe es que el 87,8 de los afectados de forma grave por la crisis ha tenido muchas dificultades para afrontar sus pagos y más de la mitad ha tenido que pedir ayuda económica a familiares, pareja o amigos, con los que a su vez ha tenido problemas casi en un 57 por ciento de los casos. Decisiones como emanciparse, casarse o divorciarse han tenido que ser pospuestas. Realizar trabajos distintos al habitual para obtener ingresos suplementarios, incrementar la compraventa o el intercambio en internet, solicitar ayudas sociales, compartir pisos y vehículos o jugar más en loterías y apuestas (42,3 por ciento) han sido otros recursos utilizados por los más perjudicados.
Ante el impacto de la crisis económica, de la que los consumidores hacen responsables a las entidades financieras, las inmobiliarias y los políticos internacionales, la mayoría de los consumidores tiene el propósito de efectuar cambios en su comportamiento futuro, incluso aunque la situación económica mejore. Controlar los gastos, desarrollar una conciencia responsable, aumentar el nivel de exigencia, desconfiar de las entidades financieras e incrementar el nivel de ahorro son algunos de los principales cambios que se producirán de forma inminente.
La mayoría de los consumidores consultados cree que dentro de unos años la situación económica tanto personal como general será similar al a actual, aunque 44 de cada cien piensan que la situación económica mundial mejorará. Los castellano-manchegos también han encontrado efectos beneficiosos de la crisis: casi un 53 por ciento cree que ahora puede ser más exigente y disfrutar de mejores precios y un 67 por ciento opina que este es un buen momento para comprar vivienda.
En la presentación del informe, que tuvo lugar en el Campus de Toledo, participaron el director del CESCO, Angel Carrasco, y el presidente de la Asociación de Estudios Económicos y Sociales, Javier Garcés.
Toledo, 26 de mayo de 2010

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