La conferencia “Deporte y drogas. Una competición entre medicina y ética”, a cargo del miembro de la Comisión Antidopaje de la Federación Española de Medicina del Deporte, Carlos Barrios, inauguraba esta tarde la recién creada Aula Alfonso X, una iniciativa de un grupo de profesores del Campus de Ciudad Real que nace con el objetivo de ofrecer una formación integral a los alumnos, tanto a nivel académico y profesional, como en valores.
Carlos Barrios comenzó su intervención aludiendo al mal empleo que se hace del término fármaco, ya que cuando se habla de fármacos relacionados con el deporte, se sustituye este término por el de droga, “como si los deportistas no tuvieran necesidad de medicamentos para aliviar patologías”. “El deportista no es un drogadicto” –comentó.
Según el profesor de Cirugía Ortopédica de la Universidad de Valencia, debajo del deporte, sobre todo del de elite, subyace siempre una batalla: “hasta que punto un producto lo puedo usar o abusar de él para mejorar el rendimiento”. Por eso, en esta charla ha expuesto los límites entre el uso y el abuso del fármaco. Uso, para preservar la salud y abuso para optimizar el rendimiento, que es lo que debe estar prohibido.
Se plantean, por tanto, en esta conferencia que ha tenido lugar en el Aula Cultural Universidad Abierta, cuestiones muy actuales de debate, una de las cuales es la lista de productos dopantes que, actualmente, es la misma para todos los deportistas y a juicio de Barrios debe ser diferente según deportes. Hay actividades físicas –dijo- a las que determinados fármacos les supone una alteración del rendimiento, es el caso de las gimnastas, por tanto, no son dopantes y, sin embargo, aparecen en dicha lista. Por otro lado, otros productos están incluidos y son necesarios para los deportistas, es el caso de la insulina en los ciclistas, fundamental para la nutrición del músculo tras una carrera.
En resumen, Carlos Barrios ha querido dejar claras dos ideas fundamentales. Una, “el deportista no es un drogadicto, aunque tome fármacos”. Dos, la lista y persecución del dopaje como se está planteando hoy en día no es adecuada porque no tiene en cuenta los factores fisiológicos de cada deporte. “La ley antidopaje no entiende lo que es preservar la salud del deportista” -apuntó.