Un estudio de la UCLM sobre cómo se producen en tiempo real las reacciones de una molécula aromática, la Orange II, utilizada como colorante en la industria textil y alimentaria, permitirá conocer si es perjudicial para la salud humana. Según explica Abderrazzak Douhal, profesor de Física Química de la Facultad de Ciencias del Medio Ambiente de Toledo, esta molécula puede degradarse bajo la luz solar y formar productos nocivos para el medio ambiente y la salud, de ahí la importancia de entender la dinámica de su fotodegradación.
En el trabajo, realizado en el laboratorio de Femtoquímica y Femtobiología, en Toledo, se utiliza la espectroscopia láser de femtosegundo (1 femtosegundo=10-15 segundos) para seguir el movimiento de la reacción. La conclusión es que la fotodegradación que se produce depende del medio y del confinamiento, lo que da pistas sobre su mejor uso. En agua, por ejemplo, la molécula puede dar lugar a varios fotoproductos aromáticos nocivos, mientras que en medios confinados éstos se pueden reducir de modo considerable.
“La degradación de la molécula ocurre mediante la ruptura de enlaces químicos entre los dos aromáticos y pueden intervenir radicales –moléculas con un electrón libre-. La luz afecta a todos estos procesos acelerando sus velocidades”, indica Douhal.
El profesor afirma que la investigación, financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, es básica, pero muestra algunas claves para entender mejor la química del colorante Orange II y de otros sistemas moleculares de gran importancia en nano y biotecnología. “Los resultados muestran el efecto del confinamiento en una isomerización muy rápida, parecida a la que ocurre en una proteína responsable de la visión”, explica Douhal. “Este tipo de reacciones ultra rápidas se usan para el desarrollo de materiales cuyo color y uso dependen de la luz, como las gafas y los filtros ópticos”, añade.
En definitiva, los resultados de esta investigación muestran claramente que confinar moléculas lleva a controlar su química y su física, y controlar un sistema molecular significa proponer y desarrollar otros conceptos y mecanismos para posibles aplicaciones.
Toledo, 19 de junio de 2006