El rector de la UCLM, Ernesto Martínez Ataz, acompañado por la vicerrectora del campus de Toledo, Evangelina Aranda; por el presidente de la Diputación de Toledo, José Manuel Tofiño, y por el director general de Turismo y Artesanía de la JCCM, Ricardo Cabanillas, inaugurará mañana el IV Curso de Especialista en Turismo Cultural y de Interior, dirigido por la profesora Águeda Esteban, catedrática de Comercialización e Investigación de Mercados de la UCLM. El curso, que tiene una duración de 160 horas repartidas en seis módulos, se completa con talleres prácticos y visitas organizadas.
Dirigido a licenciados en Economía, Administración y Dirección de Empresas, Derecho, Humanidades, Geografía e Historia del Arte y diplomados en Ciencias Empresariales, Gestión y Administración Pública y Turismo, el curso tiene por objeto especializar profesionalmente a los titulados universitarios en el campo del turismo, un sector que, a pesar de sus grandes expectativas en la región, carece hasta el momento de formación superior específica.
“La UCLM, consciente de las necesidades y retos que tiene el turismo en nuestra Comunidad Autónoma, presenta la cuarta edición del curso con una serie de actividades que permiten una clara orientación de los alumnos hacia el diseño e implantación de proyectos y productos turísticos tanto de ámbito regional como local”, manifiesta la directora del curso.
De esta manera, explica Esteban, la estructura del curso incluye, además de las clases presenciales, que permiten al alumno conocer y especializarse en los instrumentos de gestión como marketing, recursos humanos y aspectos financieros, una evidente aproximación práctica a la realidad turística con visitas, talleres y el acercamiento a experiencias concretas, junto con la realización de un proyecto turístico personal (donde aplican de forma realista los conocimientos adquiridos) y la posibilidad de realizar prácticas en las empresas turísticas de la región. “Todo ello guiado por profesionales y profesores de amplia y cualificada experiencia en el sector turístico”, añade la profesora.
Casi el 50% de la región, unos 3,5 millones de hectáreas, es territorio poblado por bosques y montes, con una riquísima biodiversidad. La Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha cubre en la actualidad una superficie de 329.442 hectáreas, de las que 213.513 pertenecen a Espacios Naturales Protegidos, 12.121 a Refugios de Fauna y 103.808 a Planes de Ordenación de los Recursos Naturales con régimen de protección preventiva. Castilla-La Mancha posee dos parques nacionales (Tablas de Daimiel y Cabañeros), cuatro parques naturales (Hayedo de Tejera Negra, Lagunas de Ruidera, Barranco del río Dulce y el Alto Tajo) y uno en fase de declaración (Calar del Mundo), diez reservas naturales, diecisiete monumentos naturales, treinta y cuatro micro-reservas y cinco reservas fluviales, lo que constituyen un amplio abanico de posibilidades para quienes deseen desarrollarse profesionalmente en el campo del turismo rural y de interior. A esto hay que sumar siete millones de hectáreas dedicadas a la actividad cinegética y piscícola, que generan anualmente unos ingresos superiores a los 240 millones de euros en las zonas rurales del interior.
Dos ciudades Patrimonio de la Humanidad (Toledo, desde 1986, y Cuenca, desde 1996), una red de bibliotecas con más de 300.000 volúmenes, cinco parques arqueológicos (Alarcos, Carranque, Recópolis, Segóbriga y El Tolmo), treinta y cinco fiestas de interés turístico (dos de ellas internacional, el Corpus de Toledo y la Semana Santa de Cuenca) y una completa oferta de turismo activo y turismo con niños se suman a las propuestas turísticas de Castilla-La Mancha, sin olvidar una atractiva gastronomía que incluye hasta el momento dieciséis denominaciones de origen sobre productos tan diversos como el cordero, el melón, las berenjenas, la miel, el azafrán, el ajo, el queso y por supuesto el vino.
Toledo, 7 de febrero de 2005