El Foro de Almagro, la “cumbre” que reúne desde 1997 en la localidad ciudadrealeña a responsables universitarios e institucionales del país con el objetivo de debatir sobre las políticas de calidad, ha apelado a la necesidad de arbitrar mecanismos de evaluación continua en la enseñanza superior.
El encuentro organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha -a través de su Oficina de Evaluación de la Calidad- y la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación (ANECA) ha reunido en la ciudad de Almagro a expertos en calidad de más de medio centenar de universidades y ocho agencias autonómicas. Entre otras conclusiones, los participantes en el Foro de Almagro incidieron en la importancia de coordinar las políticas nacionales en educación superior y la garantía de la calidad para establecer el Espacio Europeo de Educación Superior, por lo que subrayaron la necesidad de que los organismos nacionales competentes clarifiquen todo el proceso de acreditación (agentes implicados, criterios, procedimientos y consecuencias) en línea con otros organismos internacionales.
A juicio de los expertos, para aplicar estas mejoras resulta imprescindible “potenciar la implicación de todos los agentes y, especialmente, de los estudiantes, que no deben ser considerados como meros usuarios en el proceso educativo”. Asimismo, los reunidos instaron a garantizar la independencia, la competencia y la transparencia de los comités de evaluación internos y externos y, sobre todo, de las agencias de calidad. En este mismo sentido, apuestan por que los indicadores de los sistemas de información sean uniformes en su elaboración, representativos, consensuados, imparciales, objetivos y públicos.
Volviendo al Espacio Europeo de Educación Superior, se alude a la necesidad de ajustar los criterios de Asociación Europea para la Garantía de la Calidad en la Educación Superior (ENQA) “a los que se establezcan en el sistema universitario español, mediante la colaboración y alianzas entre las agencias reconocidas, de tal manera, que se garantice el reconocimiento mutuo”. Se precisa, a este fin, que las agencias de calidad se ajusten a criterios internacionales para su propia acreditación.
También consideran fundamental el potenciar la cultura de la calidad como posicionamiento estratégico, lo que significa que debe ser sólida, asumida por todos, con proyección y basada en criterios de independencia.
Por último, los participantes en el Foro de Almagro afirman que la garantía de calidad debe basarse en criterios y directrices que cada región o país aplicará según su idiosincrasia. “Un registro europeo de agencias de calidad -explican- unido al principio de subsidariedad favorecerá la asunción de responsabilidades y las comparativas de la calidad entre las instituciones universitarias de los distintos países”.