Igor Aguirre, responsable del área de Internet de ANESVAD (ONG para el desarrollo social y proyectos de acción sanitaria), ha alertado sobre la progresiva disminución de la edad de los consumidores de pornografía infantil: “hemos visto casos de chavales que con sólo 15 años, aprovechándose del fácil acceso, consumen este tipo de material”, comentó. Ha sido en el Campus de Albacete durante la ponencia ofrecida dentro del curso titulado “Nuevos Retos para la lucha contra la delincuencia transnacional”, dirigido por la catedrática de Psicología de la UCLM Cristina Rechea. La Jornada de hoy también ha contado con la intervención del responsable de delitos telemáticos de la Guardia Civil, Juan Salom, que ha hablado sobre los delitos informáticos y su investigación.
Según ANESVAD, las cifras asustan, pues más de 4 millones de zonas de Internet contienen material de sexo con menores, y cada día se crean 500 sitios nuevos. En España, a pesar de que en 2004 entrara en vigor la reforma del Código Penal, que introdujo cambios respecto a la consideración penal de la pornografía infantil, sigue sin considerarse delito el acceso a contenidos pornográficos infantiles o la pornografía infantil virtual. Aún así, comentó el ponente, cada vez hay más concienciación social y ha aumentado considerablemente el número de denunciantes, algo que antes no existía.
Aguirre dijo que el perfil de edades oscila mayoritariamente entre los 25 y los 60 años, y también que, en los últimos años, las web personales (el modo de acceso a pornografía infantil por excelencia) han ido perdiendo peso en beneficio de las comunidades y foros de intercambio, donde el administrador restringe la entrada a un número determinado de consumidores.
Al curso asisten criminólogos, miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Trabajadores sociales, profesionales de la Justicia, Psicólogos, Juristas, Sociólogos y estudiantes. Comenzó el pasado 26 de octubre y pretende ayudar a identificar las claves explicativas de tres fenómenos ligados a los cambios acontecidos con el desarrollo de las nuevas tecnologías que ha propiciado la extensión de las formas tradicionales de delincuencia. Por un lado, el terrorismo internacional, que ha cambiado en su modo tradicional de manifestarse, sus formas de acción, financiación y organización de sus miembros. Por otra parte, la cibercriminalidad, que gracias al desarrollo de la sociedad de la información crece y explora nuevos riesgos, como la pornografía infantil, los ataques informáticos y a la propiedad intelectual. Por último, el tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual, una forma de esclavitud que aprovecha la actuación transnacional y la disparidad de control en los distintos países para crecer a gran escala. Este último tema será tratado el 16 de noviembre.
GABINETE COMUNICACIÓN UCLM. Albacete, 2 de Noviembre de 2005