Analizar la despensa castellano-manchega y divulgar sus productos como generadores de placer y convivencia, así como trazar líneas de futuro con otras cocinas, sin perder la traza de la buena mesa en el Quijote, son los objetivos del curso El placer de la buena mesa (gastronomía, vino y despensa del IV Centenario) que se celebra en Cuenca en el marco de los Cursos de Verano de la UCLM.
José Ignacio Albentosa, vicerrector del Campus de Cuenca y extensión Universitaria de la Universidad de Castilla-La Mancha, acompañado de Berta Hernández, directora general de Salud Pública en Castilla-La Mancha y Antonio Mateos, director del evento, ha inaugurado esta mañana el curso El placer de la buena mesa (gastronomía, vino y despensa del IV Centenario). Este curso acoge lo más granado de la buena gastronomía; personajes como Ramón Tamames, Custodio López Zamarra, sumiller de Zalacaín, o Manuel Lombao, director del programa de TVE “España.Es” enlazan sus conocimientos gastronómicos con la celebración del IV centenario de la celebración del Quijote.
La OMS habla en la actualidad de “epidemia del siglo XXI” cuando se refiere a la obesidad, 1.000 millones de personas en el mundo tienen sobrepeso y, de estas, más de 57 millones mueren a causa de enfermedades derivadas de la obesidad. Se calcula que en la actualidad hay un 46% de morbilidad global y, para el año 2020, más del 73% de las enfermedades serán no transmisibles, es decir cardiovasculares, hipertensión, diabetes y cáncer.
En España el coste de la obesidad está en torno al 7% del gasto sanitario y, en Castilla-La Mancha, preocupa este asunto, por lo que se está poniendo a punto la Estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad (NAOS).
El objetivo principal de este documento es mejorar los hábitos alimenticios, promover una nutrición saludable e impulsar la práctica regular de actividad física entre todos los ciudadanos, con especial interés en la población infantil y juvenil. Las herramientas en las que se basa la estrategia son recomendaciones, acuerdos voluntarios, la autorregulación y, en algunos casos, iniciativas normativas
Berta Hernández, en la presentación del curso, hizo un llamamiento a “elevar la acción de comer a la categoría de arte, sin perder la referencia a la salud en el disfrute de los alimentos” en una sociedad donde la escasez de tiempo influye notablemente en la calidad de lo que se come, es decir, dietas hipercalóricas, más azúcar, más grasas saturadas que llevan el balance de calorías diario hacia un excedente que provoca la obesidad.
El primer ponente del día, Ramón Tamames, se refirió en su ponencia “Vivir y comer en el Quijote” a la parquedad de las comidas en la novela y al poco aderezo que tenían en la época, pero que daban de sí para multitud de celebraciones en ventas y galeotes. También, en referencia al mundo económico, quiso resaltar la decadencia de la época por la expulsión de los mejores banqueros y agricultores, es decir, judíos y moriscos, además de que la propiedad de la mayoría de las tierras estaba en manos de la Mesta, factores que influyeron notablemente en la composición de la “mesa quijotesca”, dijo Tamames.
Por su parte Antonio Mateos quiso resaltar la relación entre el curso y el desarrollo de los sentidos, insistiendo en la parte práctica del curso, donde los alumnos podrán compartir mesa y mantel con los profesores y degustar vinos y comida de calidad. Esta relación entre los alimentos y el mundo de los sentidos se fomentará con una visita a la bodega Uribes-Madero de Huete, Cuenca, donde los participantes en el curso podrán degustar productos y alimentos de Castilla-La Mancha.