Estas han sido las premisas defendidas esta mañana en la Facultad de Humanidades de Toledo por José Miranda Calvo, un toledano octogenario, coronel de Infantería retirado, que se ha convertido en el primer doctor en Historia Medieval por la UCLM. Miranda, que recibió la calificación de sobresaliente cum laude por su tesis sobre “la ocupación musulmana de España en el 711” dedica su trabajo a la memoria de su mujer, Mercedes, a sus cinco hijos y a sus dos nietos.
“Mercedes, al final, me ha hecho la merced. Su recuerdo ha sido el verdadero impulso para culminar estos años dedicados al estudio de la ocupación musulmana de España, que no fue conquista porque no hubo planes deliberados de invasión”, afirma el doctor. Toda una vida al servicio del ejército, del que se ha retirado con grado de coronel, le ha procurado un punto de vista cualificado para analizar militarmente la ocupación musulmana de España y desmentir algunos mitos que hasta ahora se han dado por válidos. “He intentado deshacer las fabulaciones que dicen que el rey Rodrigo tenía a sus órdenes un ejército formado por centenas de miles de guerreros, cuando en realidad sus fuerzas eran reducidas”, explica el coronel.
Otro de los aspectos defendidos en la tesis, que ha sido dirigida por el decano de la Facultad de Humanidades de Toledo, Ricardo Izquierdo, es la leyenda creada en torno a la batalla de Guadalete. “Fuera del factor psicológico de la muerte de Rodrigo, Guadalete no fue decisiva en absoluto. Sí la batalla de Écija, donde desaparece la flor y nata de la nobleza visigoda, quedando la monarquía prácticamente sin candidatos al trono, por lo que, en consecuencia, se descompone y se desmoraliza”.
José Miranda Calvo, académico numerario de la Real Academia de la Historia y Bellas Artes de Toledo y de la Real Academia de la Historia de Madrid, se licenció en Magisterio antes de alistarse en el ejército durante la Guerra Civil. Viajó a Rusia con la división de voluntarios y después pasó unos años en África. De allí se trasladó a la Academia de Infantería de Toledo, donde alcanzó el grado de coronel. Es, además, miembro del capítulo español de Roma y decano de la Comunidad Mozárabe. Doctorarse en Humanidades era un sueño que perseguía como culminación de sus inquietudes culturales, que proseguirán, según sus palabras, “muy pronto por diversos escenarios de Toledo”.