El departamento de Química Analítica y Tecnología de los alimentos, que dirige la catedrática Dolores Cabezudo, está estos días procesando las primeras cajas de uva que llegan a la finca Galiana procedentes de varias viñas seleccionadas. Es la primera vez que la bodega experimental de la UCLM va a crear un mosto propio con la última tecnología y con procesos completamente controlados científicamente.
Cuarenta alumnos y diez profesores del departamento de Química Analítica de la Facultad de Ciencias Químicas, liderados por la catedrática de Tecnología de los Alimentos Dolores Cabezudo se afanan en una cinta seleccionadora, donde se quitan racimos con uvas defectuosas y hacen lotes con racimos perfectos.
Según la doctora Cabezudo, es raro que haya uva en malas condiciones, porque se ha elegido una viña perfecta en el momento oportuno. Toda la uva pasa por un proceso mecánico en el que se obtiene “una masa de uva rota, compuesta de zumo, pulpa, ollejo y granilla” comenta Cabezudo. Esa pasta es la que se va a llevar a la prensa para obtener el mosto.
En un segundo paso, que realizan todos los alumnos asistentes al curso práctico, se pasa a seleccionar la pulpa y el zumo, que es lo que constituye el mosto un liquido turbio que será introducido en los depósitos de la bodega para provocar la fermentación con una temperatura controlada y con levaduras patentadas por la Universidad de Castilla-La Mancha y creadas por el propio Departamento.
Dentro de 15 días se hará un primer control, se quitarán las lías, se comenzará a hacer trasiegos para limpiar el vino y se someterá el mismo a un reposo. Desde el Departamento informan que gran parte del vino será ofrecido a la sociedad castellano-manchega, un vino joven con posibilidades, pero se reservará una pequeña cantidad para obtener vino de crianza.
En el mes de marzo de 2005 una embotelladora que podrá etiquetar unas 4.000 botellas de tres cuartos en tres lotes distintos; uno de cencibel, uva tinta autóctona procedente de cepas viejas; otro lote mayor de uva cencibel, procedente de cepas más jóvenes y otro de airén, que es la última que se vendimia y que se ha hecho coincidir con el comienzo de curso para que los alumnos puedan hacer las prácticas en la finca experimental Galiana.
Entre los trabajos realizados por el departamento de Química Analítica y Tecnología de los Alimentos, el tratamiento –científico y tecnológico- de la uva “moscatel de grano menudo” ya ha sido transferido a las bodegas “Casas de Haro”, en Cuenca, variedad que desde hace tiempo está sometida a una denominación de calidad. Las variedades “Terminada” o “Almillo”, esta última es de mesa, también están siendo estudiadas en la UCLM; de hecho –en palabras de Dolores Cabezudo- “con un tratamiento especial se puede conseguir un buen vino y de nueve de las variedades abandonadas que se están estudiando, en una de ellas se han encontrado unas características muy especiales para producir vino de gran calidad.