Con la presencia del rector de la UCLM, Ernesto Martínez Ataz, el presidente del Consejo Social de la Universidad castellano-manchega y máximo representante del Banco Santander Central Hispano para Iberoamérica, Francisco Luzón, los representantes diplomáticos de Brasil, Colombia, Argentina, Paraguay y la vicerrectora del Campus de Toledo, Evangelina Aranda, ha dado comienzo la cuarta edición de los Cursos de Postgrado en Derecho para Iberoamericanos.
Tras las palabras de salutación pronunciadas por el profesor Pedro José Carrasco, director de los cursos, en las que dio la bienvenida a los más de 200 alumnos que se han dado cita en el Paraninfo de San Pedro Mártir, éste ha glosado brevemente la historia de los mismos, haciendo referencia a las tres ediciones anteriores en las que profesionales de todo el cono sur americano han ampliado sus conocimientos en materia de Derecho Comunitario, entre otros.
A continuación, Francisco Luzón intervino con la conferencia "España y América Latina". Ocuparse de las cosas: de somos el puente a somos vuestros valedores" en la que, tras presentar a la UCLM como una institución joven, dinámica y con vocación iberoamericana, explicó que Latinoamérica y España deben mantener esa unión histórica que las lleve a cooperar en la consolidación del crecimiento sostenible.
Los 520 millones de personas que viven entre México y Argentina, en Estados Unidos o Europa, continuó Luzón, son gentes con importantes rasgos comunes, entre ellos el idioma, y son personas que han asimilado de manera espectacular los valores democráticos y la moderna economía de mercado. En este entorno, las instituciones occidentales han aparecido siempre en los países de la región que han sufrido una evolución, a diferencia de los islámicos o asiáticos donde esta tendencia es al revés.
Por ello, la interdependencia de la comunidad iberoamericana es esencial, a pesar de las enormes diferencias entre países como México o Venezuela y Chile o Argentina que además de representar imaginarios diferentes, tienen situaciones políticas, económicas y sociales absolutamente distintas. Aun así, todos tienen a Portugal y España como puente y puerta de acceso a Europa, lo que es tan importante como abandonar la idea melancólica y equivocada de una América del Sur desfavorecida y aislada, según Luzón.
El presidente del Consejo Social apostó porque proyectos más capital más inteligencia superen a "las palabras", ayudando a redefinir las relaciones económicas, de tal manera que los conquistadores han sido sustituidos por empresarios que, en el caso de España, han invertido más de 50 millones de dólares en los últimos años en Iberoamérica, la mitad de la inversión española en el extranjero.
Según el ponente, si nosotros tenemos a Amancio Ortega o Jesús de Polanco a la cabeza de estos inversores, ellos lo hacen con empresas como Petrobras o Pemex, siempre con visión de colaboración a medio y largo plazo y con las dos vías, de ida y vuelta, abiertas. Hay que tener en cuenta que Latinoamérica, Europa y el norte de África son la palanca de crecimiento de la inversión española y la única forma de poder participar en la economía global con una representación relevante.
Para Luzón, España debe pasar de ser un simple puente para Latinoamérica, a ser un valedor de los intereses de la comunidad iberoamericana ante la Unión Europea, debemos ser el socio que les ayude a introducirse en la economía mundial, de tal manera que puedan diversificar sus inversiones.
Tras la intervención de Francisco Luzón, el rector cerró el acto haciendo historia del Convento de San Pedro Mártir, a modo de presentación del lugar donde los juristas iberoamericanos van a realizar los cursos durante el mes de enero e hizo un repaso de la gran ayuda prestada por la comunidad iberoamericana para con la intelectualidad republicana española tras la Guerra Civil, recordando las figuras de ilustres juristas como Luis Jiménez de Asúa, Niceto Alcalá Zamora o Felipe Sánchez Román, entre muchos otros.
Asimismo recordó la importancia e inteligencia de actuar en comunidad, por ello la elaboración de estos cursos son una obligación para la Universidad de Castilla-La Mancha. De esta forma, los vínculos de colaboración, deben permitir establecer actuaciones comunes en lo científico y en lo académico de cara a elaborar proyectos de presente y futuro.
El rector aprovechó su intervención en la inauguración del evento para anunciar que mañana propondrá al Consejo de Gobierno de la Universidad, el nombramiento de Luis Arroyo como Rector Honorífico.