“El médico no debe actuar siempre como un bombero que apaga el fuego cuando se produce el incendio, hay que prevenir las enfermedades y trabajar para la salud”, así se expresaba el profesor Charles Boelen en su visita a la Facultad de Medicina de Albacete. El prestigioso profesor, también coordinador del programa de recursos humanos para la salud de la OMS (Organización mundial de la Salud), es un experto internacional en enseñanza médica y participó esta semana en el Master de Pedagogía médica que se imparte en la facultad de Medicina del Campus de Albacete.
El profesor, que habló sobre las estrategias de cambio institucional y evaluación de los programas educativos, indicó tras su intervención que “lo más importante es ayudar a los profesores que quieren especializarse a hacer las cosas mejor y también a la Facultad, para que el producto que pongan en la sociedad cumpla con eficiencia su labor en el ámbito de la salud”.
Este Master, el primero de estas características que se celebra en España, está impartido por expertos internacionales y ofrece una formación de post-grado a los profesionales de las ciencias de la salud que trabajan en el campo de la docencia. Su fin es el de capacitar al personal docente en la planificación y gestión de los programas de formación, lo que le permitirá, por una parte, manejar los fundamentos de la pedagogía de las ciencias de la salud y aplicarlos a su práctica profesional y, por otra, desarrollar investigaciones que contribuyan a la innovación pedagógica.
Sobre las cuestiones que más inquietan a los que lo cursan, el profesor dijo que “como son buenos profesionales, se preguntan si sería suficiente con una buena enseñanza en las Facultades o habría que ir más allá”. Sobre este aspecto, Boelen opina que “el trabajo del médico debe responder a las necesidades de la población, pues su trabajo ha de encontrar, primero, un sitio en la sociedad y segundo, debe conseguir que sus conocimientos mejoren no sólo la enfermedad, sino la salud también”.
Sobre la forma de lograr esos objetivos, el profesor dice que “se necesitan cambios culturales, políticos y técnicos que permitan que se pueda hablar de salud y no sólo de medicina porque, desde luego, no son los mismos conceptos”. Su preocupación fundamental pasa por que las Instituciones académicas salgan de sus muros y sigan un proyecto de cambio cultural que incida más en la sociedad y que se desarrolle en contacto con otros agentes sociales.
A su juicio, las facultades deben ser más abiertas y mucho más comprometidas con la sociedad en la que viven. También se pronunció sobre el sistema de aprendizaje de la Facultad de Medicina de la UCLM al que calificó de “muy interesante porque hace que el alumno reflexione, se implique y fomente su autoaprendizaje”, pero aconseja a los alumnos que no se queden en el puro ámbito de la técnica y vayan más allá. Lo que importa, concluyó, es que se produzcan cambios duraderos que tengan incidencia en la sociedad y se alcance un concepto nuevo de bienestar del ciudadano basado en la salud.