Con la charla titulada “Persona y Discapacidad”, ofrecida por el joven con síndrome de Down, Amador Ladera, finalizaba en la Escuela Universitaria de Magisterio el curso de Especialización en Pedagogía Terapéutica (Educación Especial) que ha venido celebrándose en el último año bajo la dirección de la catedrática de la UCLM, Ascensión Palomares. La presencia de Amador Ladera, de 23 años, despertó un gran interés en el público asistente que abarrotó el Salón de Actos de la Escuela para oírle contar sus vivencias. El joven animó a los discapacitados a que sigan luchando y dijo, “que no tengan miedo, a mí me ha costado mucho esfuerzo conseguir lo que tengo, pero tienen que luchar”.
Amador vive en Badajoz, pero como buen cumplidor de sus obligaciones (trabaja como hujier en la Asamblea de Extremadura), madruga cada día para tomar un autobús que le traslada a Mérida. Allí, dijo, se dedica a preparar documentación para los plenos y, según comentó, tiene una buena relación con el resto de compañeros. Su discapacidad le ha ocasionado problemas de integración debido, en algunas ocasiones, a la incomprensión de personas poco sensibles y menos preparadas para tratar a los alumnos. Amador recuerda cómo, en la época del colegio, un maestro llegó a increparle de tal forma que se orinó en los pantalones debido a la presión del momento.
Este luchador de la vida desea que se abran las puertas de la integración en el ámbito social, familiar y educativo, por eso demanda a las Instituciones que sigan haciendo camino para insertar plenamente a gente que, como él, tiene limitaciones importantes. Aficionado a la política, éste joven también dedica su tiempo a la Asociación extremeña de Síndrome de Down y, actualmente, prepara oposiciones para la Junta de Extremadura.

Un total de 35 funcionarios docentes, interinos y profesores de centros concertados de la región han asistido a este curso que ha sido impartido por especialistas en la atención a la diversidad y que ha venido motivado por la problemática de integración social, que supone la exigencia de un modelo de escuela abierta a la diversidad y una forma diferente de pensar y actuar del profesorado.
A lo largo del curso se han trabajado todos los aspectos necesarios para posibilitar la adecuada atención a la diversidad y, además, en el Año Europeo de las Personas con discapacidad, su directora, Ascensión Palomares, recalcó la importancia de reconocer todos los derechos de las personas y compartir con ellos sus problemas, sentimientos y deseos, como lo que hizo el joven Amador, que ha sabido superar las barreras sociales y hacer valer sus derechos.