El escritor Joan Margarit será quien ponga broche final a la tercera edición del ciclo poético “Cinco Poetas en Otoño”, que han organizado de forma conjunta la Facultad de Humanidades de Albacete y el grupo “La Confitería”. El poeta catalán estará en el aula 0.2 de la Facultad, a las 8 de la tarde, para dar lectura a una selección de sus obras y participar en la tertulia poética que se ofrece posteriormente con el público asistente. Con Margarit se cierra este ciclo que dio comienzo el 3 de octubre y que ha contado con la participación de Luis García Montero, Juan Antonio González Iglesias, Miguel D’Ors y José Manuel Caballero Bonald.
Joan Margarit nació en Sanaüja (Lérida) en 1938. Además de poeta es un reputado arquitecto y catedrático en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, ciudad en la que vive. Como poeta se inició en castellano en 1963, con el libro "Cantos para la coral de un hombre solo". Desde entonces ha ido aproximando poco a poco su escritura al catalán, sin renunciar a ninguna de las dos lenguas: "No me resulta sencillo decir en qué lengua me llega un poema. Diría que la primera noticia que tengo respecto a la existencia de un poema no es si quiera verbal". Lo explica en el prólogo a su libro bilingüe "Estación de Francia", que fue escribiendo y corrigiendo a la vez en las dos lenguas y que, como ha ocurrido con los últimos de su producción, ha publicado a la vez en Cataluña (editorial Proa) y en Hiperión.
Luis Antonio de Villena lo califica como "uno de los mejores, si no el mejor poeta catalán vivo". José Agustín Goytisolo explicaba de él que "su catalán bruñido, claro y directo, le sirve de mágico y veloz transporte para expresar el contenido de cada uno de sus poemas, que suele encerrar muchas veces un elemento de sorpresa que sacude y emociona al lector, y a mí, que confieso que es uno de mis poetas preferidos". Otro de sus admiradores es el poeta Luis García Montero, reciente invitado en este ciclo, quien asegura que lo considera sinceramente un maestro, "uno de los mejores poetas que conozco".
Su último libro es peculiar, terrible y tierno, ya que se trata de un desahogo por la muerte de su hija Joana, que durante los treinta años de su vida sufrió el síndrome de Rubinstein-Taybe. "Joana" es la crónica de ocho meses de enfermedad terminal, contados con templanza y con la conciencia de que estaba afrontando un reto: "este libro fue escrito vulnerando todos los consejos que los poetas damos sobre la obligada distancia entre los hechos y el poema (…) pero necesito cerrar este tiempo para volver a encontrar si es posible a la Joana de antes".