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(Artículo de opinión)

Investigacion cientifica en Castilla-La Mancha

26/09/2001
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Investigacion cientifica en Castilla-La Mancha

26/09/2001


Cuando uno desea valorar con justicia la situación de una institución o comunidad en cualquier aspecto, no se puede olvidar de su historia y del esfuerzo realizado. En los últimos días han aparecido diversas noticias sobre la calidad científica de nuestra Comunidad Autónoma y su Universidad, derivadas del informe COTEC´2001. Ninguna de ellas toma en cuenta el hecho de dónde venimos, ya que desde que desaparece el Colegio Universidad Pontificia y Real de Santa Catalina en Toledo en 1845, nuestra región no ha contado con Universidad ni centros de investigación propios, hasta el nacimiento de la Universidad de Castilla-La Mancha. Es decir que nuestra tierra en el último siglo y medio no ha contado con estudios superiores y mucho menos con centros de investigación. Sin embargo el informe COTEC´2001 analiza la productividad científica por habitante de esta comunidad de Castilla-La Mancha, que en 1985, al comenzar la Universidad, sólo tenía 19 Doctores.
El indicador expuesto en las noticias mencionadas para medir la actividad científica y productiva del conjunto de Comunidades Autónomas ha sido el de las publicaciones internacionales respecto de la población. Sin embargo, conviene matizar que tal actividad no se refiere tan solo a las Universidades, sino que al contrario de lo que pudiera parecer, también se incluyen, además las empresas y, especialmente, los Centros de Investigación. En nuestro caso si antes del 85 no existía Universidad mucho menos teníamos empresas o Centros de Investigación que desarrollaran conocimiento. Si tomamos en consideración este hecho, las conclusiones a obtener cambian de manera radical. De manera evidente, el tejido productivo regional y la I+D+I por él generado, no puede ser comparado con el de otras Comunidades Autónomas más desarrolladas. Además en el caso de nuestra Universidad, debería tenerse en cuenta que debido a su juventud es la que menor número de profesores tiene por cada 10.000 hab. en concreto cuando la media nacional se sitúa en 22,68 profesores por cada 10.000 hab. la Universidad de Castilla-La Mancha se encuentra en 8,50. En este sentido, sí parece correcto utilizar como parámetro la producción científica por investigador. Pero incluso en este caso se debería tener en cuenta la infraestructura investigadora que cada uno tenía hace quince años. De este modo, es dudosamente justo comparar la capacidad de publicación por habitante, de comunidades que tienen casi 35 profesores por cada 10.000 hab. trabajando en Universidades consolidadas (Comunidad de Madrid, Cataluña, Valencia...) con la nuestra.
En el mismo informe COTEC´2001 se encuentran diversos indicadores como la participación por comunidades autónomas en el V Programa Marco de la Unión Europea, parámetro que indica claramente el esfuerzo de cada comunidad científica en participar en la innovación tecnológica de su comunidad, aspecto en el cual Castilla-La Mancha se encuentra por delante de comunidades como Canarias, Cantabria, Extremadura, Baleares, La Rioja, Asturias o Murcia. La distribución de proyectos CDTI por Comunidades Autónomas, donde además de las Comunidades mencionadas, también Castilla-La Mancha está por encima de Aragón, o la distribución por Comunidades Autónomas de la producción científica española en revistas nacionales, donde nos situamos en décima posición en el contexto nacional. Llama la atención que sólo se haya hecho referencia al dudoso parámetro en donde peor resultado tiene Castilla-La Mancha. Las mentiras más perversas son aquellas que se deslizan sobre el borde de la verdad.
Un índice adecuado para este tipo de comparativas sería el que relaciona los ingresos por investigación obtenidos por la Universidad (investigación aplicada más investigación básica) con el número de profesores equivalente a tiempo completo. Según los datos más recientes hasta ahora existentes para el año 1998 la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha estaba por debajo de Baleares, Cataluña, Valencia, Galicia, Madrid y Murcia. Sin embargo, supera en valor a Comunidades Autónomas que cuentan con Universidades de larga tradición como Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla-León, Navarra, País Vasco y La Rioja, y ello a pesar de que la Universidad de Castilla-La Mancha es la que menos ingresos públicos ha tenido entre el conjunto de Universidades españolas.
Como claro reflejo de la evolución producida en estos años, los fondos ajenos por proyectos de investigación han crecido de manera significativa. Un ejemplo de ello, al margen de Proyectos FEDER y Regionales, es el de los Proyectos Europeos con un montante global de 98,0 millones de ptas. en 2001, cuando en 1995 no existía ninguno en nuestra Universidad; mientras que los Proyectos Nacionales han pasado de 20,3 millones de ptas. en 1991 a 158,0 millones de ptas. en el periodo año 2001.
Por otro lado, y de manera particular para el caso de algunos campos científicos concretos, en la Revista “Anales de la Real Sociedad Española de Química”, de reconocido prestigio, como de todos es conocido, se ha publicado recientemente un artículo sobre “Análisis bibliométrico de la producción científica española en las áreas de Materiales, Ciencias Físicas, Químicas y de la Tierra”. En el citado artículo se presentan resultados extraídos de la base de datos del Instituto de Información Científica de Philadelphia (fuente de obligada consulta en el campo científico), referentes a la producción científica en los períodos 1981-1997 y 1993-1997 en las áreas citadas. Además de una comparación de la situación de España con el resto de los países del mundo, se hace un estudio del impacto o importancia científica de las publicaciones en el conjunto de las universidades españolas. En el mismo de forma documental se afirma que “Si se comparan los períodos 1981-1997 y 1993-1997, puede observarse que la mayoría de las instituciones ocupan aproximadamente los mismos puestos, aunque cabe destacar la subida experimentada en el último período de la producción científica de las universidades politécnicas (Valencia, Cataluña y Madrid) y de la Universidad de Castilla-La Mancha”.
En este estudio, se lleva a cabo una clasificación de las instituciones científicas españolas, por número de artículos de alto impacto científico publicados en el período 1993-1997 en las áreas ya comentadas, y la Universidad de Castilla-La Mancha se sitúa, con arreglo a este criterio en términos absolutos, en tercer lugar de la clasificación, sólo precedida por la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Valencia.
De esta forma, es evidente que la Universidad de Castilla-La Mancha sigue evolucionando de manera muy adecuada en el conjunto de parámetros que deben tomarse en consideración para medir la actividad productiva y científica de la comunidad, en consonancia con el resto de Universidades Españolas. Personalmente creo que poner en duda el esfuerzo realizado por toda la comunidad de investigadores de la UCLM en estos años, no hace ningún bien a mantener su espíritu de trabajo.
Por otro lado, actuaciones tales como las del Programa Ramón y Cajal, en el cual y analizando sus resultados se observa que el 70% de las plazas resueltas las acaparan las tres comunidades autónomas con mayor desarrollo en el campo del I+D+I (Madrid, Cataluña y Valencia), no favorecen en nada a las Comunidades más atrasadas puedan mejorar sus expectativas, rompiendo cualquier idea de equilibrio regional futuro.

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