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Rasgos fonéticos

VOCALISMO:

  • Cierre del diptongo -ai en -ei: eire ‘aire’, beile ‘baile’ en Guadalajara, Cuenca y Albacete. También se da el paso contrario, de -ei a -ai, como en azaite ‘aceite’, paine ‘peine’.
  • Inserción de una consonante antihiática: toballa ‘toalla’, mogo ‘moho’ en Guadalajara, Cuenca, Albacete y oriente de Toledo.
  • Inserción de una -e paragógica, especialmente tras -r final: vivire ‘vivir’, en el centro de la provincia de Cuenca, norte de Albacete, Toledo y Ciudad Real, sobre todo en los extremos oriental y occidental.
  • Sustitución de -o y -a finales por ­la vocal -e: aguiluche ‘aguilucho’, regles ‘reglas’, en Guadalajara y Cuenca.

CONSONANTISMO:

  • De manera general, se pierde la -d- intervocálica en los participios de la primera conjugación y en menor medida en los de la segunda y tercera, y en otras palabras como to ‘todo’ o na ‘nada’.
  • En el noroeste de la provincia de Toledo se ha documentado la sonorización de las consonantes sordas, no solo en posición intervocálica y tampoco únicamente las oclusivas (bezeda ‘peseta’) (Álvarez 1999: 30).
  • Los fonemas /d/ y /k/ en posición implosiva se pronuncian como z (Madriz, traztor), o bien se aspiran y se pierden (Madrí, trator). La pronunciación como z se da en Toledo, Cuenca y Guadalajara, mientras que en Ciudad Real y Albacete es más frecuente que se pierda la consonante.
  • La j se realiza como en Castilla y León en la mayor parte de la región, pero en ciertas zonas colindantes con Andalucía (oeste y sur de Ciudad Real) y Extremadura (oeste de Toledo) se aspira el fonema.
  • Se mantiene la h- procedente de la f- latina (humo) y de algunos arabismos (halagar) como una aspiración al oeste de Toledo y Ciudad Real (Álvarez 1999: 30).
  • El fonema /s/ en posición implosiva se mantiene como tal en el norte de la región (Guadalajara y norte de Cuenca), mientras que en el sur presenta realizaciones aspiradas o asimiladas (máhránde ‘más grande’) semejantes a las de Andalucía, Extremadura o Murcia. El debilitamiento de este fonema se considera el rasgo más definidor de las hablas meridionales y su isoglosa divide horizontalmente la Comunidad. Aunque en menor medida que en Andalucía oriental, las vocales que preceden a la s se abren (Álvarez 1999: 30). Esta s implosiva ante consonante dental, como d, se pronuncia r en toda la región: lordjéntes ‘los dientes’.
  • También se documenta el cambio de z > s en posición implosiva y hasta en principio de sílaba (gaspacho, isquierda, pesuña).
  • El yeísmo está extendido en toda la región, especialmente en las ciudades, y solo quedan puntos aislados en los que se mantiene la distinción entre la palatal lateral y la fricativa central. Esta puede presentar muy diferentes realizaciones, especialmente pronunciaciones rehiladas en el centro y oeste de Toledo.
  • La ñ se despalataliza en ocasiones y se pronuncia como n (panuelo) en diversos puntos de la provincia de Toledo (Álvarez 1999: 32). Otras veces se introduce una semiconsonante (panio ‘paño’, ninio ‘niño’).
  • La neutralización de las líquidas l y r también se encuentra en la región (arbañil ‘albañil’, comel ‘comer’).
  • Es frecuente la pérdida de la r del infinitivo cuando este va seguido de un pronombre enclítico (decilo ‘decirlo’). En el sur de Ciudad Real, la -r en contacto con el pronombre da soluciones como querel.lo > querello > quereyo (Álvarez 1999: 34).

ACENTUACIÓN:

  • En toda la región se produce el cambio de palabras esdrújulas a llanas: vibora, pajaro.
  • En todas las provincias excepto la de Toledo se registra el traslado del acento en los hiatos a la vocal abierta (seriá ‘sería’, cazáor ‘cazador’, raiz ‘raíz’).
  • Se documenta esporádicamente la pronunciación tónica de los posesivos prenominales (en mí pueblo). Esta práctica es corriente en tierras leonesas y la meseta septentrional y es reflejo de la antigua pronunciación estándar de estos posesivos (Álvarez 1999: 32).