Tanto los juegos olímpicos como la mayoría de los campeonatos del mundo se celebran en verano. Esto hace que los deportistas compitan bajo unas condiciones de calor y de humedad que pueden repercutir negativamente sobre su rendimiento. En el laboratorio de Fisiología del Ejercicio, que dirige el profesor Ricardo Mora, puede crearse un microclima controlado y someter al deportista a un test para medir la pérdida de líquido y de sales y deducir exactamente cuánto y cómo debe rehidratarse para optimizar resultados.
María Vasco está inmersa en su preparación para los Juegos Olímpicos de Pekín, que se celebrarán en agosto de 2008. En su vista al Laboratorio, estuvo marchando durante diez kilómetros a una temperatura de 28 grados con un 40 por ciento de humedad, "que es más o menos lo que se va a encontrar en la capital china", explica Ricardo Mora. La marchadora perdió un litro y medio de líquido en una hora. También midieron su temperatura interior y descubrieron que la fatiga apareció en cuanto alcanzó los 39 grados.
"Con la información que le daremos a María sabrá cuánto tiene que reponer tanto en líquidos como en sal, para que se acostumbre a beber más y a tomar una bebida con las sales necesarias, porque si no cuida este punto puede incidir en su rendimiento", indica el profesor. La marchadora realizará un segundo test cerca del verano, cuando su organismo esté más aclimatado al calor. "La prueba que hacemos ahora mide cuánto suda. En la segunda veremos que suda más, pero también beberá más y se calentará menos", anticipa Mora.
En el Laboratorio de Fisiología también trabajan con otras modalidades como el ciclismo y los deportes de equipo, tanto balonmano como baloncesto, fútbol y vóleibol. "Los equipos profesionales, al menos los que hemos testado, tienen bastante cuidado de rehidratarse bien y de tomar carbohidratos. En los deportes de cancha el factor ambiente está controlado, ya que los campos cubiertos suelen estar a veinte grados, por eso nuestro interés se centra en determinar qué consejos nutricionales se aplican a cada modalidad deportiva", afirma.
En relación con la termorregulación y la nutrición deportiva, una de las últimas investigaciones del Laboratorio se ha centrado en medir los efectos de la cafeína en el rendimiento deportivo, especialmente en el calor. "A pesar de su mala prensa, ya que es diurética y provoca la pérdida de fluidos mediante la orina, con el consecuente calentamiento del organismo, comprobamos que en ciertas dosis carece de efecto durante el ejercicio, de modo que el deportista puede beber un producto con cafeína y terminar rindiendo más sin acusar los efectos negativos atribuibles a la deshidratación", concluye el profesor.
Toledo, 20 de diciembre de 2007