José María Madrigal afirma en Toledo que Tirso de Molina escribió el Quijote de Avellaneda
Fray Gabriel Téllez, conocido en la Literatura como Tirso de Molina, escribió bajo seudónimo el llamado “Quijote de Avellaneda”. Así lo ha defendido esta tarde en Toledo el profesor e investigador de la Universidad de Nueva York José María Madrigal, que ha participado en los “Coloquios cervantinos en el IV centenario de El Quijote” con una ponencia titulada “El Quijote de Tirso”. Madrigal basa sus afirmaciones en una comparación realizada entre las ediciones electrónicas de las obras del dramaturgo y el texto narrativo del supuesto Avellaneda. Sus pesquisas han revelado un repertorio verbal recurrente, así como continuas referencias a pueblos como Olías e Illescas, ubicados ambos en la ruta que Tirso inmortalizó en su obra “De Toledo a Madrid”.
El Quijote de Avellaneda ha tenido muchos padres a lo largo de estos cuatrocientos años de cervantismo. Una de estas teorías, sobre la que ha insistido esta tarde el profesor Madrigal, es la que hace de Tirso de Molina el autor del llamado falso Quijote. “Tras haber analizado el texto, sobre todo el prólogo, llegué a la conclusión de que el autor había de ser un dramaturgo cercano al círculo de Lope de Vega, posiblemente eclesiástico y sin duda universitario”, afirma Madrigal. Una profundización en sus análisis le llevó a atribuir la autoría, con toda seguridad, al fraile mercedario.
“Hay una distinción muy clara entre idiolecto y estilo. El estilo es un conjunto de rasgos gramaticales, semánticos, etc., que se pueden cambiar o imitar. El idiolecto no, porque es el repertorio verbal que tenemos y repetimos de manera inconsciente. Ahí es donde se puede detectar al autor”, explica el profesor. Sin embargo, hace diez años hubiera sido imposible esta investigación, al no existir los textos en soporte electrónico.
La estructura casi teatral del Quijote de Avellaneda es otra de las razones que le condujeron a Tirso. “Los diálogos de Sancho Panza son típicos de los graciosos de comedia y sobre todo de los graciosos de las comedias de Tirso, que suelen tener un humor muy zafio, incluso obsceno. Eso se da mucho en el Sancho de Avellaneda, tan diferente del legítimo”, afirma.
Tanto en el Quijote de Avellaneda como en “De Toledo a Madrid”, una de las comedias más conocidas del fraile, aparecen continuas referencias a pueblos como Illescas y Olías del Rey, que, según Madrigal, “Tirso conoce bien porque forman parte de su peripecia vital”. Esta coincidencia también apoya la tesis del profesor.
Una evidencia más es la escena de enredo y alcoba que, con diferentes estructuras narrativas, se repite en “Desde Toledo a Madrid”, “Los cigarrales de Toledo” y “El burlador de Sevilla”, que aparece también en la historia del rico desesperado consignada en el falso Quijote.
Los "Coloquios cervantinos en el IV centenario de El Quijote", que se clausuran esta tarde, han venido celebrándose a lo largo de esta semana, organizados por la Facultad de Humanidades de Toledo y el IES Alfonso X el Sabio con el objetivo de destacar los vínculos entre Cervantes, El Quijote y Toledo.