Si la Constitución europea fuese el “positivo” de la realidad jurídica, política y social… del Viejo Continente, el Derecho Penal Internacional es el “negativo” de esta misma realidad. Así define Luis Arroyo, director del II Seminario, una materia donde aún queda mucho por trabajar en un continente donde hay 25 realidades jurídicas diferentes, los delincuentes no tienen fronteras, y, donde el material producido es aún “bastante precipitado”.
Con la presencia del vicerrector del Campus de Cuenca y Extensión Universitaria de la Universidad de Castilla La-Mancha (UCLM), José Ignacio Albentosa, esta mañana ha dado comienzo el II Seminario Internacional de Estudios de Derecho Penal que dirige el director del Instituto Europeo de Derecho Penal Internacional de la UCLM, Luis Arroyo.
En esta segunda ocasión acuden a la cita conquense investigadores del Derecho Penal de Viena, Italia, Portugal y España con la intención de analizar y actualizar conocimientos en materia de Derecho Penal en el marco de la Constitución Europea. En palabras de Luis Arroyo “Si la Constitución europea fuese el “positivo fotográfico” de la realidad jurídica, política y social… del viejo continente, el Derecho Penal Internacional es el “negativo” de esta misma realidad”, asevera el catedrático de la UCLM.
Durante dos días se van a analizar los derechos fundamentales dentro del sistema europeo de Derecho Penal, la armonización entre estados y el reconocimiento mutuo y las perspectivas de futuro en las instituciones de seguridad y justicia. Para ello se cuenta con la presencia de “gurús” del Derecho Penal internacional de la talla de Ángel Calvo, secretario general Red Europea de Jueces, la organización que media entre todos los jueces europeos; el delegado del Gobierno de España en Eurojust, Rubén Jiménez o Fernando Irurzun, abogado del Estado que representa a España ante la Unión Europea en Bruselas, además de la directora de la Escuela Judicial portuguesa, Anabela Rodrigues.
El II Seminario, que se celebra en la sala capitular del Seminario de Cuenca, se enfrenta, según Arroyo, a “un déficit elevado de dedicación académica plena por los vaivenes políticos y la inmediatez de los cambios en la materia”. Comenta el catedrático de la UCLM que “los trabajos suelen ser bastante precipitados y están sujetos a la presión de una realidad compleja donde hay 25 realidades jurídicas diferentes”.
El Derecho Penal y la Constitución europea
En Europa -la gente informada- ante el no francés, holandés y la paralización de los referéndums, está preocupada. Pero hay un número, no pequeño, de europeos, en opinión de Arroyo “que están partiéndose de risa: los que integran el crimen organizado en Europa; los traficantes de drogas, delincuentes económicos y financieros. Se ríen a carcajadas al ver la impotencia de los líderes y los pueblos europeos que no van más allá de un mercado libre de capitales y mercancías”.
La esencia histórica de la Unión, que era la libertad del capital, se mantiene y se amplía a 25 países. Pero quien necesita un gobierno europeo competente -con facultades más allá de la suma y unanimidad de los votos- son los ciudadanos y sus derechos. En este caso, los derechos frente a las lesiones de “esos derechos” por parte de las organizaciones criminales.
En el Instituto Europeo de Derecho Penal Internacional –UCLM- se estudia cómo dotar a la Unión de los mecanismos de represión penal y de garantías para todos a ese nivel europeo. Porque ahora cualquier persona puede moverse por toda Europa, salvo los jueces y la policía. Ahora no hay fronteras con guardias que vigilan el paso, son fronteras legislativas que impiden la labor de jueces y policías.
En 2003 se crea la Orden Europea de Detención y puede juzgarse a cualquier persona en el sitio donde haya cometido el crimen, sin necesidad de extradición. “Esto no es un capricho represivo”, dice Arroyo. Es producto de una serie de malentendidos jurídicos mediante los cuales la mafia italiana se refugia en la Costa del Sol y el Tribunal Constitucional no permite conceder las extradiciones de los jefes de la mafia. Ante esta situación tan absurda, más el 11 de septiembre, se llegó a la necesidad de generar este instrumento.
En cualquier caso la Justicia europea necesita una Constitución europea y, esto está paralizado. Por ello, penalistas de cinco países con vocación de construir Europa se reúnen en Cuenca para analizar la situación. Penalistas de países que según comenta Luis Arroyo “no tienen la libra como moneda”. Europa se encuentra en una crisis de liderazgo, compleja porque el no francés es en no xenófobo, profundamente antieuropeo, pero también es un no que rechaza una Europa solo de capitales y con poca política social. También es el no de un país viejo que no es consciente de la necesidad de renovar estructuras, dice Arroyo.
España en este momento es, para el catedrático de la UCLM, en todas sus dimensiones, “el país que está en mejores condiciones morales, económicas, políticas e intelectuales para lo que sería deseable para el conjunto de Europa. Los índices de crecimiento español y el impulso de las instituciones españolas se corresponde con una fase en la que los demás países no estás –Italia está en una crisis política, Francia dividida, Alemania no logra remontar y el presidente de turno de la Unión es como “poner de guardia en el gallinero al zorro”, porque ni siquiera se ha incorporado al euro”, sentencia el profesor Arroyo.
Cuenca, 1 de julio de 2005