La escasa presencia de la escuela rural en la formación inicial de los maestros y maestras es una cuestión ampliamente estudiada en la literatura científica, a pesar de que ésta constituye un destino que ocuparán muy probablemente a lo largo de su carrera profesional. Para otros autores, el problema se agrava por la escasa oferta específica en la formación permanente para profesionales, al menos en las facultades de educación españolas, a pesar de que los docentes que trabajan en entornos rurales reconocen la existencia de competencias específicas para trabajar en los mismos y la necesidad de formación sobre las mismas.
El principal hecho diferenciador de la escuela rural es la heterogeneidad asociada a las aulas multigrado, en las que el profesorado debe adaptarse a muy diferentes ritmos de aprendizaje. Este reto, sin embargo y como indican diversos estudios, está lejos de condicionar la calidad educativa, similar a la urbana con el añadido de las oportunidades que encontramos en la realidad del entorno rural y su comunidad, siempre que el profesorado sea capaz de aprovecharlas. En el mismo sentido, el actual currículo para la enseñanza obligatoria (LOMLOE) articula una nueva y enorme potencialidad tanto en su marco competencial como en la flexibilidad metodológica para el docente.
Cuando revisamos las aportaciones de la UNESCO sobre lo que debería ser la escuela en 2050 y más allá, podemos ver una escuela multinivel, digitalizada y abierta, conectada a su entorno y al conocimiento. En definitiva y aunque idealizada, una de nuestras actuales escuelas rurales. Esta escuela podría convertirse en un instrumento palanca para el reto demográfico, en materia de provisión de intangibles para la cohesión social y la calidad de vida en los municipios rurales, que contribuya a atraer población a los mismos en un contexto de deslocalización de la actividad laboral y que a la vez favorece el desarrollo endógeno.
Completar la formación especifica para los Grados de Magisterio en Educación Infantil y Primaria, graduados y profesionales, centrándose en la adquisición de competencias específicas para el desempeño de la labor docente escuelas rurales.