El auge que ha experimentado la práctica de actividades deportivas en las sociedades actuales, las exigencias de dichas prácticas deportivas y el incremento del número de participantes, ha provocado un aumento notorio de la prevalencia y la incidencia de lesiones en el aparato locomotor.
El desarrollo de una práctica físico-deportiva no está exento de presentar ciertos riesgos que influyen en la salud y la calidad de vida de los deportistas. No cabe duda, que las lesiones muchas veces no pueden evitarse, puesto que la propia actividad deportiva, al igual que otras actividades, conlleva un riesgo en sí misma. Hasta hace pocos años, los esfuerzos se centraban en el tratamiento del trauma en sí, prestando atención al proceso terapéutico desde una perspectiva clínica. Últimamente, los intereses se han orientado hacia el desarrollo de estrategias y propuestas de intervención, relacionadas con la prevención y la readaptación de las lesiones de los deportistas desde una perspectiva bio-psico-social.
El objetivo se centra en la búsqueda de formas de intervención profesional que supongan una reducción de la incidencia lesiona en el contexto deportivo o la disminución de la duración de la situación lesiva. En este sentido, la prevención podría representar una propuesta de acción profesional y científica que permita al futbolista mantenerse “libre” de lesión. La readaptación lesional y, más concretamente el reentrenamiento al esfuerzo físico-deportivo durante la lesión, representan medios de acción para el restablecimiento y/o mejora de la “salud deportiva” (física, psíquica y social) del jugador una vez que se haya manifestado la patología. En este sentido, la prevención de lesiones y la intervención propiamente dicha por medio de la readaptación físico-deportiva deberían tener por objetivo el incremento de la “esperanza de vida deportiva” del futbolista. Esto lleva consigo que muchos profesionales y deportistas se preocupen por el estado de salud buscando lo que podríamos denominar como “óptimo estado de salud-deportiva”. La responsabilidad de reestablecer, desarrollar y/o mantener la salud-deportiva del deportista recae en todos aquellos profesionales dedicados a la actividad física, el deporte y la salud. Sin embargo, aunque muchos profesionales se han dedicado durante años a prevención y readaptación del deportista lesionado, su actuación no ha tenido el reconocimiento necesario dentro de los ámbitos de la salud y del deporte.
En muchas ocasiones, las medidas puestas a disposición del jugador para disminuir el riesgo de lesión, o para intervenir durante el proceso de recuperación, se han basado más en propuestas del tipo ensayo-error, que en propuestas basadas en criterios científicos de actuación. Por otro lado, la falta de delimitación de las competencias profesionales ha representado un problema difícil de resolver. Estos aspectos, unidos a la falta de formación académica especializada, han provocado la existencia de un “periodo de vacío” entre la fase clínica (médico-terapéutica) y la no clínica (entrenamiento físico-deportivo) de la recuperación y readaptación de las lesiones deportivas. En muchos casos, el desarrollo y el reparto de responsabilidades han provocado un conflicto de intereses entre los terapeutas y los preparadores físicos. Esta “laguna”, debe ser asumida mediante la formación especializada de los profesionales que así lo deseen basada en las propias necesidades académicas y profesionales que estas situaciones reclaman. Esta responsabilidad debería ser competencia de los centros universitarios y de las distintas instituciones públicas y privadas, entre las que se encuentran los clubes deportivos, creadas para tal fin. Con ello, existiría la posibilidad de conocer un ámbito profesional, y de ofertar a la sociedad profesionales con competencias específicas en un área muy determinada que en la actualidad posee una alta demanda social y, que hasta relativamente pocos años, no ha gozado del reconocimiento necesario.
En este sentido, parece muy conveniente cualquier intento o iniciativa cuyo fin sea fomentar, promover y orientar la formación y el desempeño profesional en todos aquellos aspectos relacionados con la salud y el rendimiento deportivos. Sensibles a estas necesidades, resulta satisfactorio observar el interés manifestado en los últimos años por diferentes instituciones deportivas que han ido incorporando poco a poco profesionales dedicados a la prevención y readaptación física de las lesiones deportivas. Sin embargo, se observa la necesidad de formar y preparar a los profesionales en esta materia, y delimitar las competencias profesionales de la figura del readaptador físico-deportivo con relación a los demás miembros del equipo de trabajo (médicos, terapeutas, preparadores físicos, etc.). La recuperación de la forma deportiva tras la lesión es un proceso complejo que exige la necesaria coordinación del equipo de trabajo. La responsabilidad en esta área de actuación recae en el readaptador físico-deportivo (RaFD). Estos profesionales deben poseer una amplia formación teórica y práctica en la prevención y asistencia de lesiones deportivas, ayudando a mejorar los servicios de los equipos médico-terapéuticos de las instituciones deportivas. La Universidad da respuesta a esta problemática recogiendo e incluyendo en sus estatutos diferentes modalidades de formación, que son estudios de posgrado que tienen como fin impulsar el desarrollo profesional, científico y técnico de los titulados superiores. Estos estudios constituyen enseñanzas de mayor profundidad con perfiles diferenciados que pretenden dar respuesta a la formación que reclaman los jóvenes licenciados y a la demanda que requiere el mundo deportivo y, concretamente, el del fútbol.
Ante estas consideraciones la Asociación Nacional de Preparadores Físicos en Fútbol, La Universidad de Castilla La Mancha y la Federación de Fútbol de Madrid, siempre han tenido la preocupación por la formación científica y profesional en los estudios y ámbitos que les compete. Fruto de ese interés surge el convenio entre todas estas entidades y otras colaboradoras para aunar esfuerzos en pro del proyecto. Por lo tanto, es nuestro interés ofertar nuevamente y llevar a cabo el “Máster de Formación Permanente de Prevención y Readaptación de Lesiones Deportivas en el Fútbol” en su XI edición. Este Máster constituido como título propio de la Universidad de Castilla la Mancha, permitirá a los alumnos/as tener acceso a una formación avanzada y tomar contacto con los últimos adelantes en esta materia, además, poder analizar y reflexionar sobre diferentes aspectos que más interés tienen en la prevención y readaptación de las lesiones en el fútbol. Por todo ello, resulta especialmente satisfactorio, para la comunidad científica universitaria y para las diferentes instituciones que organizan y colaboran, ser capaces de dar respuesta a esta necesidad creciente de formar y ofertar profesionales con capacidad y competencia especializada en la supervisión, diseño, ejecución y control de programas de prevención y readaptación físico-deportiva de las lesiones en el fútbol.