Las dificultades en el aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo están reconocidas y recogidas en los principales manuales diagnósticos de trastornos mentales (DSM y CIE) desde hace más de dos décadas y son consideradas como una condición cerebral que causa dificultades en la comprensión o el procesamiento de la información y, en particular, en la utilización de las aptitudes académicas. Se estima que en torno al 10-20% de la población escolar internacional presenta dificultades en la lectura (dislexia), en torno al 10% en la escritura (disortografía y/o disgrafía) y sobre un 9% en el cálculo (discalculia).
Sin embargo, por lo general, hay un infradiagnóstico en el sistema educativo que hace que estas dificultades permanezcan invisibles no sólo para el sistema, sino para los profesores, las familias y el propio alumnado. Cuando estas dificultades no son correctamente diagnosticadas y no se lleva a cabo una intervención basada en la evidencia científica (tanto a nivel individual como sistémico), encontramos que las personas que las sufren no sólo se encuentran en desventaja a la hora de aprender contenidos académicos por medios tradicionales, sino que además, hay una repercusión en su autoestima, en la confianza en sí mismos, en las oportunidades y tiempos de los que disponen para desarrollar otras capacidades fuera del horario escolar y, en buena medida, conduce al fracaso y abandono escolar temprano.
De esta forma, sabemos que el 40% de las personas que sufrieron fracaso escolar en España en 2012 compartían sólo un factor explicativo entre ellas: dificultades con la lectoescritura al comienzo de la escolaridad.
Igualmente, es importante tomar conciencia de la comorbilidad existente entre las dificultades en el aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo y otros trastornos concomitantes como el TDAH, la ansiedad, la depresión, el comportamiento disruptivo o el trastorno del espectro autista.
Como consecuencia de lo anterior, existe un creciente interés tanto por la divulgación de este conocimiento, como por la formación de profesionales especializados, como también por el desarrollo de nuevas investigaciones en esta área. Igualmente, ha aumentado el número de asociaciones que comienzan a trabajar con la comunidad educativa y con las personas con dificultades, así como la sensibilización política a este respecto. No obstante, no existe en Castilla-La Mancha una formación especializada que aborde esta problemática. Es por ello que este Título de Especialista pretende cubrir una necesidad que, como explicamos más arriba, es real, urgente y determinante para más del 20% de la población.
Este Especialista se divide en cinco bloques donde se abordará:
- un marco teórico y práctico sobre el desarrollo normativo en lectura, escritura y cálculo.
- las teorías explicativas sobre las dificultades en estas tres áreas.
- los modelos y protocolos de evaluación, diagnóstico, prevención e intervención temprana.
- las prácticas basadas en la evidencia para la intervención durante todas las etapas de la educación.
- prácticas en empresas, estudio de casos reales, tutorías online y otras actividades.