El proyecto, desarrollado por seis investigadores del centro y financiado por el Ministerio de Educación, nació con la finalidad de contribuir a reducir los niveles de sedentarismo actual en la población adolescente, comprobando, mediante la aplicación de un diseño experimental, los efectos que la implementación de un programa de intervención extracurricular para la actividad física, salud y bienestar "PASaBI: Pásalo Bien" tiene sobre la participación en la actividad física y deportiva. También se pretendía medir su impacto sobre determinados factores asociados con la salud como son, entre otros, la composición corporal, la capacidad cardio-respiratoria y los hábitos alimentarios.
La fase descriptiva, realizada en primer lugar sobre una muestra poblacional integrada por 407 chicos y 419 chicas de entre 11 y 17 años, confirmó que la población adolescente castellano-manchega tiene un preocupante nivel de sedentarismo que aumenta progresivamente con la edad, acentuado en la población femenina, así como la presencia de un importante porcentaje de obesidad con tan sólo un 47,7 por 100 de los niños y un 43 por 100 de las niñas en un estado saludable. Casi el 30 por 100 de los chicos y el 26 por 100 de las chicas tienden al sobrepeso y la obesidad. Ocho de cada diez están en sobrepeso clínico. Los datos mostraron asimismo que aproximadamente un 57 por 100 de los adolescentes está contento con su peso corporal, el 8,8 percibe que le falta peso y un 33 por 100 cree que le sobra.
Para la segunda fase se seleccionó una muestra de 175 estudiantes (87 chicos y 88 chicas) de primero y segundo de ESO en cuatro centros de Toledo y se dividieron en tres grupos. Uno de ellos (56 integrantes) participó voluntariamente en el programa PASaBi; el otro grupo recibió durante las clases de Educación Física "estímulos positivos" relacionados con la práctica de actividad física y deporte, sobre su tiempo de ocio y sus hábitos de alimentación (59 integrantes). Los 60 alumnos restantes no recibieron intervención.
La evaluación de los datos recogidos durante los seis meses que duró la segunda fase ha corroborado resultados anteriores sobre la importancia de incluir una actividad deportiva extraescolar de dos horas a la semana complementaria a las clases de Educación Física para reducir el Índice de Masa Corporal (relación entre peso y altura) y el porcentaje de grasa corporal y prevenir con ello el riesgo de sobrepeso y obesidad.
Durante la investigación llevada a cabo por la UCLM, ambos indicadores mejoraron en aquellos sujetos que participaron en el programa de intervención extracurricular. Los integrantes del grupo "Deporsalud" subrayan que "las dos horas escasas de Educación Física en horario escolar no son suficientes" y que "es prioritaria la adopción de hábitos y estilos de vida saludables como medio de prevención de la obesidad en todos y cada uno de los ámbitos de desarrollo durante la edad adolescente".

Toledo, 15 de noviembre de 2010