La vicerrectora reconoció la contribución de los maestros jubilados a la formación de nuevos maestros a través de las prácticas tutorizadas en los colegios y destacó la evolución experimentada por la antigua Escuela de Magisterio, ahora Facultad de Educación, durante sus más de cien años de existencia.
Evangelina Aranda afirmó que el progreso de la sociedad se apoya en la educación, en la innovación y en la investigación y que el motor debe ser la Universidad en colaboración con las empresas, las instituciones y el tejido productivo del entorno donde se ubica. "Los maestros son los formadores del capital humano que nos va a permitir avanzar en este mundo globalizado y competitivo", dijo. La vicerrectora señaló que la educación universitaria actual no exige sólo formación en competencias, sino también en valores, algo que también transmiten los maestros en su desarrollo profesional diario.
Por su parte, el decano subrayó el empeño de los presentes por alcanzar "una docencia de calidad por su trabajo valioso y valiente y no siempre evidente" y su capacidad para "atraer a los alumnos y provocar en ellos respuestas apasionadas".
Francisco José García Galán señaló la vocación como elemento fundamental para el ejercicio del magisterio, una profesión "bonita para nosotros y necesaria para la sociedad". Para que la sociedad progrese es necesario que el maestro eduque a los niños, eso es ser productivos para la sociedad", dijo.
Tras la intervención de uno de los homenajeados, Alejandro Gómez Bonilla, quien afirmó pertenecer a una generación de maestros que se ha enriquecido con los cambios históricos, políticos y sociales, y la entrega del obsequio conmemorativo a los maestros jubilados, cerró el acto la banda musical de la Facultad de Educación de Toledo.
Toledo, 25 de noviembre de 2010