Hasta el próximo 23 de mayo, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Toledo acogerá la exposición "Luz y color", integrada por doce cuadros y varios bocetos pertenecientes a la obra más reciente de la artista madrileña Elvira Ortega. "Un cuadro está terminado cuando lo veo vivo, mientras lo veo muerto sigo dándole vueltas al color", afirma la pintora.
Elvira Ortega se inspira en la naturaleza, especialmente en las flores, y en el cristal para alumbrar la mayoría de sus creaciones. Comenzó a pintar en París mientras concluía el Bachillerato y siguió estudiando dibujo durante su etapa universitaria. Ha sido gerente del Patronato Municipal de Cultura de Pozuelo de Alarcón (Madrid), una etapa en la que también ejerció como decoradora para el teatro y siguió formándose en el arte pictórico.
Tras haber expuesto sus colecciones en Madrid, Nueva York y Miami, entre otras ciudades, la artista ha llevado al Campus de Toledo algunas muestras de su obra más reciente, en las que se impone el color como motivo de referencia.
La obra de Elvira Ortega, tal y como ponen de manifiesto los cuadros expuestos, constituye una apuesta total por la capacidad organizativa del color, por su cualidad de dar al límite la plena función de clarificar la definición de la forma, por su capacidad de ordenar en la escala cromática la escala de percepciones y símbolos.
Con evocaciones de Van Gogh, Cezanne, Gaugin, Matisse y Kandinsky, entre otros maestros del color, los motivos figurativos en la obra de Elvira Ortega más que a una transposición de la realidad corresponden a la forma en que ella los percibe. “Cuando algo me motiva lo dibujo y después lo deshago con el color”, indica la artista. “Por eso me cuesta hacer retratos, restringen mi libertad en la interpretación de la naturaleza”, añade.
Toledo, 11 de mayo de 2007