Abordar la Guerra Civil española desde un punto de vista regional, sin olvidar el contexto nacional, y prestar una tención preferente a la recuperación de la memoria histórica como un camino que permita conocer mejor el pasado más reciente, son algunos de los objetivos del Congreso Internacional “La Guerra Civil en Castilla-La Mancha 70 años después”, que ha comenzado esta mañana en la Facultad de Letras del Campus de Ciudad Real. Un encuentro que pretende demostrar el importante papel que jugó la Región en la contienda, a pesar del poco peso que se le concede en la historiografía. Una Región que aunque no sufrió grandes batallas, no por ello desempeñó un papel menor en el conflicto.
Doscientos estudiosos de la guerra civil se dan cita desde esta mañana en la Facultad de Letras del Campus de Ciudad Real para asistir al Congreso Internacional “La Guerra Civil en Castilla-La Mancha 70 años después”, que se celebrará los días 28 y 29 de septiembre. Al acto inaugural han asistido el vicerrector del Campus y Cooperación Cultural y coordinador del encuentro, Francisco Alía; la decana de la Facultad, Elena González Cárdenas; el director del Departamento de Historia de la UCLM, Juan Sisinio Pérez Garzón; y el secretario del Congreso, Ángel Ramón del Valle.
Alía durante su intervención ha manifestado la necesidad de este Congreso porque la temática de Castilla-La Mancha nunca aparece en los libros sobre la guerra civil y es necesario que “la historiografía aporte un mayor conocimiento del conflicto en nuestra región”.
Según el vicerrector, este encuentro dará un “vuelco” a la historiografía regional y nacional, ya que las 64 comunicaciones presentadas ofrecerán aspectos desconocidos hasta ahora de la contienda. Encuentro, además, que Alía ha descrito como no sólo de batallas y muertes, sino como un “congreso de vida, de humanidad, de conflictos de hombres y mujeres; porque la historia está construida por personas”.
Por su parte, la decana del Centro se ha referido a Castilla-La Mancha, durante la guerra civil, como una zona dividida, con territorios fieles a la República, otros incorporados al bando nacional, y muchos marcados por procesos de represión intensos: hambre y exilio. Todo ello hizo que el impacto de la ofensiva tuviera unas graves consecuencias económicas y sociales que marcaron a la población castellano-manchega.
Para Pérez Garzón esta guerra es diferente de las demás porque es una guerra contada por unos vencedores que fueron perdiendo fuerza y anclaje cultural con el paso del tiempo y, por eso, a partir de 1977, la historia la escriben “los derrotados o herederos de la República”; de ahí el “rebrote” editorial de la última década. “Estamos rescatando lo que se ocultó hace 40 años, creando un sentimiento de crispación que es el precio que hay que pagar por recuperar la memoria histórica”.
Como actividad complementaria a la exposición se ha programado la exposición “Frente y Retaguardia: visiones de la Guerra Civil (1936-1939), que podrá visitarse del 4 al 28 de octubre en el Aula Cultural Universidad Abierta, con múltiples objetos y documentos de la época que mostrarán el ingenio de los españoles por sobrevivir.