Sus Majestades los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía han inaugurado el curso académico universitario 2005-2006 en el Campus de Ciudad Real de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). La ceremonia, a la que asistieron destacados responsables de la vida universitaria, política y cultural del país, ha estado marcada por una doble celebración: la del IV Centenario de la publicación de El Quijote y el vigésimo aniversario de la creación de la Universidad de Castilla-La Mancha, una institución joven pero que “ha logrado convertirse en importante punto de referencia cultural y académico”, según ha manifestado el Rey. Por su parte, el rector de la UCLM, Ernesto Martínez Ataz, se ha referido al “papel determinante” que corresponde a las universidades en la sociedad actual.
Los Reyes han llegado al campus ciudadrealeño un poco antes del mediodía y acompañados de la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, minutos después de la tradicional procesión académica de doctores. Sus Majestades fueron recibidos por el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José María Barreda; el presidente de las Cortes regionales, Fernando López Carrasco; el delegado del Gobierno, Máximo Díaz Cano; y el alcalde de Ciudad Real, Francisco Gil-Ortega. A continuación, la comitiva se dirigió al Paraninfo universitario, lugar elegido para la celebración del acto y en el que el rector de la UCLM, Ernesto Martínez Ataz, dio la bienvenida a los Reyes y les entregó el bastón de mando. Posteriormente, pasaron a saludar al Equipo de Dirección, a los rectores de una veintena de universidades españolas, y otras autoridades del Ministerio de Educación desplazadas al Campus de Ciudad Real para participar en la ceremonia de inauguración del curso.
En su discurso, don Juan Carlos ha reiterado “el más firme compromiso de la Corona con la comunidad universitaria española, consciente de que la búsqueda del mejor futuro para el conjunto de nuestra sociedad pasa ineludiblemente por la Universidad”. Asimismo, ha elogiado “la muy valiosa y siempre abnegada labor de todos sus profesores e investigadores, a cuyo esfuerzo diario debemos el alto nivel científico y docente de sus aulas, así como la preparación anual de miles de nuevos y excelentes profesionales”.
Su Majestad se ha referido también a los miembros de la comunidad universitaria de Castilla-La Mancha, de quienes ha afirmado que “representáis a una universidad joven que, en un corto espacio de tiempo y gracias a la amplitud y calidad de sus esfuerzos y proyectos, ha logrado convertirse en importante punto de referencia cultural y académico”.
Por último, el Rey ha expresado su “admiración, respeto y gratitud” a todas las universidades de España, “que prestáis un servicio inestimable al progreso de España y todos los españoles”.
Tras agradecer la presencia de los Reyes y de los responsables políticos y universitarios, el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Ernesto Martínez Ataz, señaló que la designación de esta institución académica para albergar la inauguración del curso universitario español bajo la presencia de Sus Majestades “viene a significar el reconocimiento a esta joven universidad, que está comprometida en su voluntad de ser una universidad española y europea de calidad, y ser, igualmente, una puerta abierta al futuro para Castilla-La Mancha”.
Asimismo, el rector aludió al “papel determinante” que han de ejercer las universidades en el contexto mundial como instituciones “comprometidas con el progreso del conocimiento y su transmisión, con la investigación y su vinculación al desarrollo socioeconómico de su entorno”.
Ernesto Martínez Ataz subrayó que la contribución de la ciencia española al conjunto de la producción científica mundial ha pasado del 0,6 al 2,6 por ciento en veinte años, un desarrollo especialmente significativo si se considera que las universidades de este país han dispuesto de menos recursos que las de otros países.
El rector se refirió también a la necesidad de dotar a las universidades de profesores e investigadores que satisfagan las expectativas que la sociedad ha depositado en ellas. Por esta razón, Martínez Ataz apeló “a una ponderada distribución territorial de los recursos humanos de investigación en España, que son claves para el desarrollo de los pueblos”.
La ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, ha aludido a los retos del sistema universitario español, localizándolos en la necesidad de articular modificaciones normativas respecto a la Ley Orgánica de Universidades, y la creación del Espacio Europeo de Educación Superior. A su juicio, el desarrollo del sistema de ciencia y tecnología de España precisa “del esfuerzo empresarial” que contribuya a financiar el desarrollo de proyectos de I+D+i.
El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aludió también a la construcción de la universidad europea, señalando que constituye “una oportunidad para que la universidad española solucione problemas existentes desde hace mucho tiempo”, e incidió en la necesidad de desarrollar el sistema de ciencia y tecnología, un esfuerzo al que se ha sumado el Gobierno regional con distintas iniciativas. “Por eso –señaló el presidente Barreda- vamos a seguir cuidando a nuestra universidad como nuestra mejor semilla de futuro”.

Por su parte, el secretario general de la Universidad de Castilla-La Mancha, Juan Ramón de Páramo Argüelles, dio lectura a la memoria del curso académico, en la que señaló que la plantilla de personal docente e investigador para este curso asciende a 2.100 profesores y la de administración y servicios, a 1.165 trabajadores. En cuanto al número de alumnos, treinta mil, seis mil de nuevo ingreso, mantienen un nivel similar respecto al de años anteriores. Asimismo, el secretario general dio cuenta de los estudios de tercer ciclo, un total de 38, y de las actividades culturales realizadas por la UCLM.

El Quijote protagonizó la lección inaugural
La obra maestra de Cervantes protagonizó la lección inaugural que pronunció el catedrático de Literatura Española y director del Instituto Almagro de Teatro Clásico, Felipe Pedraza. En su discurso, el profesor –experto en la literatura del Siglo de Oro- se refirió a la doble condición de obra maestra literaria y carácter comercial que reúne la novela, aún a pesar de la propia inclinación del genial autor.
Cervantes, quien condena el arte popular en el capítulo 48 del Quijote como “mercadería vendible” –en alusión al teatro Lope de Vega-, tuvo que asistir a la transformación de su propia gran novela en un best seller de la época, ya que, como dice Sansón Carrasco respecto al primer Quijote en su continuación, “los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entiende y los viejos la celebran”.