Los escritores Fernando Savater, Juan Cruz y Manuel Rodríguez se han reunido en torno a la mesa redonda “Ya no se puede más” para hablar de la figura del escritor Guillermo Cabrera Infante, con el que les unía una profunda amistad. Este encuentro ha tenido lugar en el seno del curso de verano “Verbigracia, Guillermo Cabrera Infante”, que desde el pasado día 6 se está celebrando en el Campus de Cuenca.
De gran humorista han calificado a Cabrera Infante los escritores Fernando Savater, Juan Cruz y Manuel Rodríguez, en la mesa redonda “Ya no se puede más” que ha reunido a los amigos del escritor para debatir sobre su figura.
Savater incidió en el humor como un aspecto en la personalidad del escritor del que hizo gala en todas las facetas de su vida y plasmó en su obra. “Guillermo aprendió a buscarle las cosquillas a las palabras. Pocos autores como él aplicaron el ingenio a la literatura en su justa medida” -apuntó.
Los tres escritores coincidieron en calificar a Guillermo Cabrera como fundamental para la evolución de la Literatura universal, como él mismo manifestaba “el español es una lengua demasiado importante para sólo los españoles” –señaló Manuel Rodríguez.
Asimismo, Cabrera Infante era el hombre que introdujo el ritmo del español cubano en la literatura de su tiempo", dijo Cruz.
Preguntados por la condición de exiliado del Premio Cervantes, los participantes en la mesa redonda señalaron que Cabrera vivió su exilio con mucha intensidad, intensidad que plasmó en toda su literatura. Anticastrista reconocido, no sólo fue perseguido por el Gobierno cubano, Franco también le declaró persona “non grata” lo que le impidió fijar su residencia en España a la que tanto amaba.
Guillermo Cabrera, según sus amigos, tenía una potencia literaria que no fue apreciada por determinados grupos por motivos políticos, pero lo que hoy nadie puede negar es su faceta de gran escritor y renovador de la Literatura.
Para finalizar la UCLM no podía pasar por alto la figura de este escritor universal que sigue y seguirá asombrando e interesando a las nuevas generaciones por su ingenioso e inagotable uso de la lengua, porque su escritura explota las virtualidades de cada idioma –sus obras en ingles le hicieron profeta en su segunda patria- y porque fue y seguirá siendo, a través de su obra, un arquitecto del tiempo que construyó sus textos con la mejor materia que es la palabra.