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La bodega de la finca experimental Galiana produce vino experimental con la participación de alumnos y las últimas técnicas de fermentación vínica

Cata de vinos de la UCLM para profesionales del ramo

13/12/2005
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Cata de vinos de la UCLM para profesionales del ramo

13/12/2005

Depósitos, que van de los 2000 a los 250 litros, han fermentado los 8.000 litros de vino experimental, de las variedades Airén, Macabeo y Cencibel, que esta mañana han podido degustar restauradores y profesionales del vino en la Finca experimental Galiana. El Cencibel tradicional ha sido el protagonista de la cita, porque es el primero de la vendimia de septiembre. En primavera se podrán probar los pertenecientes a la crianza breve.
“La Universidad hace lo que promete”. Con estas palabras recibió la profesora Dolores Cabezudo, responsable de la bodega situada en la finca experimental Galiana –dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM)- a los profesionales del vino y la restauración, a quienes invitó en el mes de septiembre pasado para que participaran en una cata comentada con los vinos procedentes de la vendimia 2005.
La bodega de Galiana se crea principalmente para dar clase a los alumnos y que conozcan bien los procesos y para hacer investigación. Este año, en la vendimia de 2005, según la doctora Cabezudo “hemos invitado a gente muy acostumbrada a los vinos que gustan, para que opinen sobre lo que nosotros hemos hecho y lo comenten”.
Como novedades “tenemos dos innovaciones, a las que llamamos elaboración singular y el rescate de nueve variedades abandonadas” comenta la profesora Dolores Cabezudo. “De momento vamos a presentar tres: dos moravias, una dulce y otra agria y la bobal, que es una variedad más mediterránea, de la zona próxima a Albacete, ya que queremos demostrar que, cuando la técnica es buena y la vendimia se elige correctamente, los vinos salen muy buenos” dice la investigadora. De hecho, se constata -por las estadísticas de comercio- que los vinos de la Mancha cada vez son más aceptados, pero al mercado internacional hay que salir con algo especial, fuera de lo común, porque las cosas nuevas tienen mucho atractivo.
Las variedades que se van a recuperar a través de los proyectos de de la finca Galiana se abandonaron porque tenían poco rendimiento debido a los procesos tan simples que se usaban. Ahora, en palabras de la doctora Cabezudo, “con las nuevas técnicas, muy avanzadas, se puede aplicar un criterio particular a cada variedad, por ello estas variedades pueden volver a ser atractivas y producir vinos muy buenos”.
De hecho, hay pequeños viticultores que tienen parcelas con ese tipo de uva y se va a intertar revalorizarlas y animar a otros para hacer nuevas replantaciones o sustituciones de variedades, porque de esa manera no hay que adaptar variedades foráneas, puesto que en Castilla-La Mancha todo lo que había era Airén, un poco de Cencibel y, cuando se les malograba le pedían al vecino y así se fue mezclando la variedad.
Ciudad Real, 13 de diciembre de 2005

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