Las políticas sociales han sido siempre una línea prioritaria de actuación para el grupo parlamentario de Izquierda Unida, según ha manifestado su Diputada, Carme García, en el transcurso de un curso de verano sobre políticas sociales que se celebra en la Universidad de Castilla-La Mancha.
La diputada de Izquierda Verde, Izquierda Unida, Iniciativa per Catalunya, Carme García ha manifestado que las políticas de bienestar social deben garantizar la cohesión social, establecer la solidaridad entre generaciones y territorios, conseguir un finalidad redistributiva y no excluir a nadie por razón de sexo, edad, orientación sexual, etnia u origen. Pero estas garantías, según García, sólo pueden hacerse efectivas desde el protagonismo de la acción pública y basándose en una gestión de las políticas sociales eficaz, transparente, ágil, flexible, integral y participativa.
Así comenzaba su intervención, esta tarde, la diputada de Izquierda Unida per Catalunya Carme García en el curso de verano “Políticas sociales y ciudadanía. Perspectivas de futuro”, organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha en el campus de Cuenca.
Para la diputada el reto que tienen los políticos a corto plazo pasa por las políticas que mejoren el bienestar de las personas. “Hay mucho que hacer en este sentido, dijo, tenemos que recuperar un tiempo que se ha perdido en estos últimos años e Izquierda Unida participará en esa recuperación con el Gobierno, en todo aquello que sea necesario”.
Según García, hay que ser conscientes de que estamos aún muy distantes de los derechos que tienen las personas que viven en los estados más avanzados de la Unión Europea. Consolidar y desarrollar el Estado del Bienestar debe ser una de las grandes prioridades de la sociedad española, continuó.
Para lograrlo, dijo, además de voluntad política, de crecimiento económico, de más y mejor empleo, debemos asumir que no es posible tener programas y servicios como los que se reconocen en el norte de Europa y sin embargo no tener la misma presión fiscal que en esos países.
Los impuestos, siempre que tengan un perfil progresivo y no exista tolerancia con la evasión y el fraude fiscal, son un potente instrumento de redistribución y solidaridad y por ello los principales beneficiarios son los trabajadores y la mayoría de la población. Por tanto, y a juicio de García, los avances en Bienestar Social requieren otra política fiscal que sea más progresiva y mucho más beligerante con el fraude y la evasión.