La producción agraria de Castilla-La Mancha se ajusta admirablemente a los patrones de la dieta mediterránea, considerada como la más saludable por los expertos en nutrición. Esta comunidad autónoma es productora de vino, aceite, hortalizas, legumbres y verduras de excelente calidad, alimentos que constituyen la base nutricional de los pueblos que bordean el Mediterráneo.
Las bondades de la dieta mediterránea son objeto de análisis del Curso de Verano que celebra la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo desde hoy y hasta el próximo miércoles. En opinión de su director, el profesor Antonio Mateos, se trata de abordar los beneficios de este tipo de alimentación desde un punto de vista multidisciplinar, contando no sólo con los contenidos científicos que aportan los expertos del ámbito académico, sino también con la experiencia de reconocidos profesionales, como el vicepresidente de la Academia Española de Gastronomía, Carlos Falcó, o el propietario y cocinero de los restaurantes Adolfo y La Perdiz, Adolfo Muñoz Martín.
Tras aludir a las virtudes de la dieta mediterránea, constatables en la alta esperanza de vida de las regiones que la practican, el profesor Mateos subrayó la necesidad de recuperar la alimentación tradicional frente a alternativas menos saludables. No obstante, señaló que la dieta no sólo es cuestión de la calidad de los productos que se consumen, sino también del modo en que se consumen. La falta de tiempo a la hora de cocinar o de comer también perjudica a la salud.
Respecto a la calidad de los alimentos de Castilla-La Mancha, el director general de Alimentación y Cooperativas, Francisco Mombiela, recordó que la región es el mayor viñedo del mundo, con 600.000 hectáreas dedicadas a la producción de un vino cada vez más competitivo. Asimismo, aludió a la relevancia del sector oleícola castellano-manchego, al que, en términos cuantitativos, sólo supera Andalucía e Italia en el conjunto de la Unión Europea. Mombiela se refirió asimismo a la calidad del queso manchego, los productos cárnicos de la región –entre los que destacan el jamón y el cordero-, las frutas y hortalizas y el azafrán.
A la inauguración del Curso de Verano “La dieta mediterránea como factor de salud y cultura” han asistido, además de su responsable, el profesor Antonio Mateos, y del director general de Alimentación, el vicerrector del Campus toledano, Agustín García Rico; y la concejala de Salud Pública, Rosario García Rodríguez.
El programa académico está estructurado en tres módulos que repasan los beneficios de este tipo de alimentación, sus productos y, por último, algunas aproximaciones didácticas fundamentalmente dirigidas a los escolares.