La metodología se basa en un enfoque inclusivo centrada en competencias, con aprendizajes prácticos, apoyos personalizados, siempre alineada con la filosofía de la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad de 2006.
El sistema de evaluación está orientado a un enfoque formativo, poniendo énfasis en la demostración de competencias. Para ello, se utilizarán diversas herramientas que permitan valorar la aplicación práctica de las habilidades desarrolladas en cada módulo, observando cómo el estudiantado pone en práctica los conocimientos en contextos reales.
La evaluación se realizará a través de dos cuestionarios por competencias: en cada módulo se aplicará un cuestionario de 10 preguntas seleccionadas de los contenidos trabajados en las sesiones. Estas preguntas buscan medir la capacidad del estudiante para aplicar de manera práctica lo aprendido en situaciones simuladas, en lugar de limitarse a comprobar la memorización.