Las Guías de secuenciación lectora parten de un libro seleccionado y proponen actividades en relación con la lectura progresiva del libro elegido. La guía de lectura está estructurada en función de la temporalidad de las actividades propuestas. Las actividades están divididas en sesiones, que suelen seguir la secuencia de lectura del libro. La duración de cada sesión suele depender de los lectores y de cada mediador; pero, en ningún caso, el mediador está obligado a seguir estrictamente las propuestas contenidas en la guía. La realización de las actividades tiene, fundamentalmente, carácter oral y se realizan en pequeños grupos. Son un instrumento para el mediador, al que se le proponen sugerencias, a modo de actividades lúdicas, en relación con el contenido de la lectura de un libro. Su empleo como instrumento de animación lectora depende también, en buena medida, del propio mediador, aunque su estructura permite que mediadores no especializados puedan realizar actividades de animación lectora con éxito.