Según explica el profesor, Nadal se sometió a una prueba de ejercicio en unas condiciones de calor similares a las que encontró recientemente en Córdoba durante la semifinal de la Copa Davis. En el laboratorio se midió su capacidad de disipar calor a través de la sudoración y cómo se elevaba su temperatura corporal. En los próximos días se analizará también la composición de su sudor así como su estado de hidratación inicial.
"Con estos datos se elaborará un informe para aconsejarle sobre las mejores estrategias de rehidratación y nutrición antes y durante los partidos", indica el profesor. "El rendimiento de un tenista de élite depende de factores técnicos de ese deporte y de factores fisiológicos que permiten que sus músculos puedan seguir golpeando a la máxima velocidad la pelota tras tres o cuatro horas de partido. El calor, si se acumula en los tejidos corporales, puede llegar a reducir la potencia y por ende el rendimiento en los tenistas", explica.
También colaboraron en la realización del test los investigadores Nassim Hamouti, Juan Fernando Ortega, Valentín Fernández, Jesus Garcia-Pallarés y Alvaro López. En su visita, Nadal estuvo acompañado por el médico de la Federación Española de Tenis, Angel Ruiz Cotorro; por la vicerrectora del Campus de Toledo, Evangelina Aranda, y por la decana de la Facultad, Susana Mendizábal.
Gabinete de Comunicación UCLM. Toledo, 20 de septiembre de 2011