Con el desfile del Claustro de Doctores comenzaba el acto de investidura de Carlos Belmonte Martínez, cuyos méritos profesionales y personales fueron ensalzados por el profesor Juiz, durante el discurso de alabanza, ‘laudatio’, a lo largo del cual realizó una semblanza de su figura, destacando de él dos dimensiones: su entrega y capacidad innovadora en la formación de médicos en España con el desarrollo en los años 80 de un plan de estudios que cohesionaba las asignaturas, y su actividad investigadora, "si hubiese que hacer un ranking de científicos, Carlos Belmonte estaría por curriculum y trayectoria entre los cien mejores científicos españoles de todos los tiempos",-afirmó Juiz.
En el terreno científico resaltó su "trayectoria coherente" en la que, desde sus inicios, las investigaciones se volcaron en entender cómo funcionan los mecanismos básicos que dan lugar al funcionamiento de nuestro cerebro, más específicamente aquellos que tienen que ver con el dolor. "Él nos enseñó cómo se pueden tratar de modular esos mecanismos para que el dolor no nos cause daño", señaló el profesor de la UCLM, para quien esta cualidad de "gran entendedor del cerebro" le ha proporcionado el reconocimiento internacional, además de varias patentes, según añadió.
En cumplimiento del solemne ceremonial de investidura, Carlos Belmonte recibió los atributos que simbolizan su entrada, como nuevo ‘honoris causa’, en el Claustro: el birrete laureado, el libro de la ciencia y la sabiduría, el antiguo anillo y los guantes blancos, por parte del rector y de los padrinos, los profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha: José Martínez Pérez, Juan Emilio Feliú, Juan Francisco Llopis, y José Manuel Juiz.
Acto seguido, el profesor Belmonte realizó el juramento de fidelidad a la UCLM y agradeció emocionado su nombramiento al rector y al equipo de Gobierno, durante una un discurso en el que señaló que para un universitario de toda la vida, "el Doctorado Honoris Causa representa el máximo honor que puede obtenerse y ello aún mas, al ser concedido por la Universidad de la tierra que le vio nacer",-dijo, agradeciendo a sus compañeros del Claustro de la Facultad de Medicina de Albacete y al rector Martínez Ataz su propuesta para este honor.
Igualmente, el profesor Belmonte evocó a las personas que le han acompañado y ayudado a lo largo de su carrera, para continuar con un análisis de los problemas con que se enfrenta la universidad, remarcando la necesidad de que ésta se centre en "la excelencia en docencia e investigación". En este sentido, animó a la Facultad de Medicina de Albacete a continuar en su camino de innovación docente, y señaló la importancia de preparar a los futuros médicos "a ser perpetuos aprendices, para poder mantenerse al día de los continuos progresos de la Medicina",-indicó. Como ejemplo de estos avances, se centró, a continuación, en la investigación del cerebro, repasando los hallazgos más importantes que se han ido produciendo desde que Cajal, hace cien años, fundara con sus descubrimientos la neurociencia moderna.
Carlos Belmonte, revisó también cómo la morfología primero y luego la electrofisiología, la genética, la biología molecular y más recientemente las ciencias de la computación, están revolucionando la comprensión científica del cerebro, permitiendo entender cada día mejor los mecanismos cerebrales que subyacen tras las complejas funciones motoras, sensitivas y mentales que desarrolla el mismo. Tal y como señaló "los avances en la investigación del cerebro permitirán curar o al menos paliar las graves enfermedades del sistema nervioso, desde la depresión o la esquizofrenia a las enfermedades de Parkinson o Alzheimer. De igual forma, afirmó que el estudio del cerebro acarreará también profundos cambios sociales y éticos, "al influir en aspectos tan polémicos como la responsabilidad legal, la intimidad del pensamiento o la libertad de elegir",-señaló.
Por último, Carlos Belmonte agradeció de nuevo el galardón que se le concedía, afirmándose en la satisfacción que le había proporcionado una vida dedicada a ayudar a avanzar a la universidad española.

Por su parte, el rector en funciones, tras agradecer al profesor Juiz sus palabras, así como su presencia a los padrinos y al resto de acompañantes, felicitó al nuevo doctor del honoris causa del que dijo ser "un hombre comprometido con la verdad, "que te hace sentir bien, te escucha, y al hablar ilustra y enseña, y te obliga a la reflexión".
Martínez Ataz habló de los momentos compartidos con el doctor Belmonte, muy importantes para el conjunto de la Universidad regional, como el nacimiento de la Facultad de Medicina. Un proyecto en el colaboró desde sus inicios con un plan de estudios innovador que se imparte en las facultades de Albacete y Ciudad Real; así como en la selección del personal docente. "Él revisó muchos de los 287 curriculum que en esa época examinamos junto con el Dr. Fermoso, y me hizo recomendaciones personales de investigadores que con posterioridad se sumaron a nuestro proyecto de Facultad de Medicina. Agradecí su pragmatismo y sentido común más aun que su agudeza y conocimiento científico",-indicó.
Posteriormente, el rector en funciones hizo un recorrido por la dimensión profesional de Carlos Belmonte, así como por los numerosos méritos y reconocimientos que ha cosechado en todos estos años de trabajo científico. "Estoy seguro que una de las cosas de las que se siente más satisfecho es de la creación y dirección del Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández, que inexplicablemente aún no se llama "Instituto de neurociencias Carlos Belmonte",-afirmó Martínez Ataz, que concluyó su intervención, agradeciendo al recién nombrado honoris causa su apoyo a la UCLM, y dándole la bienvenida al Claustro de doctores "que te recibe con orgullo y desea que le sigas brindando tu magisterio y tu amistad, para mayor gloria de nuestra Universidad",-dijo.
El acto, que contó con la presencia de familiares y amigos de Carlos Belmonte y numerosas personalidades del ámbito científico y socio-sanitario, estuvo amenizado por música de violín, chelo y piano.
Gabinete de Comunicación UCLM. Albacete, 12 de diciembre de 2011