El profesor Basco es fisioterapeuta y especialista en Fisioterapia del Deporte, además de participante asiduo de las Tertulias Literarias de Teo Rubio, en Madrid, donde confiesa "haber aprendido mucho". Escribe desde pequeño, fundamentalmente relato corto y poesía, aunque nunca antes había presentado sus obras a ningún certamen literario. "Me enteré del concurso de cartas de amor a mi ciudad y decidí presentarme. Sabía que lo original era dar una visión de la ciudad a través de algún personaje importante de nuestra historia local y nacional", explica.
En principio Basco se decantó por el comunero Juan de Padilla, "toledano, defensor de nuestra ciudad en los tiempos en los que un emperador venido de fuera, que incluso no hablaba bien el castellano, es impuesto al pueblo español". Sin embargo, a medida que sus pesquisas le hicieron aproximarse a María Pacheco, su mujer, fue perdiendo interés por el noble. "Nació en Granada, de alto linaje, la obligaron a casarse con Juan de Padilla. Dejó de hablarse con su padre y durante un tiempo odió a su marido, pero el tiempo les hizo vivir la más bonita y profunda historia de amor. Fue su compañera, amante, amiga y algunos incluso dicen que fue la que le alentó su espíritu de lucha". Así sintetiza la historia de la protagonista de la carta que le ha valido el segundo lugar en la clasificación del concurso. "Realmente creo que la historia no ha sido justa con un personaje tan valeroso, que defendió la causa comunera incluso después del fallecimiento de sus tres principales líderes. Se atrincheró en el Alcázar y rodeada por el emperador Carlos I, llegó a robar en la Catedral de Toledo para pagar a sus soldados", prosigue.
La infortunada María tuvo que huir de Toledo poco después de la entrada de las tropas regalistas. Esa última tarde y la ciudad que fue testigo de su lucha son el tiempo y el espacio elegidos por el profesor para ubicar la génesis de una carta que supuestamente Pacheco entregó a su hermana antes de partir hacia el exilio.
Basco se muestra entusiasmado respecto al personaje que le ha valido el reconocimiento. "El tiempo me dará la razón y en breve se valorará a María Pacheco como una mujer tan importante como Agustina de Aragón. Era muy sensible a la cultura, escribía poesías y participaba en las tertulias toledanas donde sólo se eran admitidas mujeres. Su modelo de comportamiento fue muy ensalzado durante el reinado de Isabel II.", afirma.
En la imaginación del profesor también ha habido lugar para un poema que la comunera dirigió a Toledo en su partida. A él pertenecen estos versos: "Y en tanto, tu río que se aleja acerca corazones/a tu orilla siempre seca/De todos los colores son tus dioses/de todos los olores son tus fiestas".
Toledo, 5 de febrero de 2008