Expertos de treinta y ocho países se darán cita en Toledo a partir del próximo domingo para celebrar el décimo congreso mundial de materiales electrocerámicos, promovido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Sociedad Española de la Cerámica y Vidrio (SECV) con el apoyo de la UCLM y la Universidad Politécnica de Madrid. El encuentro, en el que se presentarán las principales novedades en materiales con funciones eléctricas, magnéticas y ópticas, se desarrollará en torno a un área de conocimiento en el que España es pionera.
Los materiales electrocerámicos contribuyen pasiva o activamente como componentes en una amplia variedad de aplicaciones electrotécnicas, eléctricas y electrónicas. Comúnmente se definen como materiales cerámicos para electrónica, pero su espectro de aplicación es más amplio. Más allá de las aplicaciones electrónicas e informáticas, prácticamente cualquier aparato, equipo o máquina que emplee algún tipo de corriente eléctrica requiere para su funcionamiento una pieza de cerámica con propiedades eléctricas. Por otro lado, los materiales electrocerámicos constituyen el elemento clave en los desarrollos más relevantes en materiales para energías limpias, biomedicina, memorias de almacenamiento, sensores...
Cerca de 500 especialistas procedentes de 38 países expondrán sus trabajos en “Electroceramics X”. Entre otros contenidos, se abordarán asuntos como los materiales bioactivos semiconductores como soportes para crecimiento óseo y neuronal; materiales integrados en Células de Combustible de Óxidos Sólidos para producción de energía limpia 100%; sensores de gases para narices electrónicas; piezoeléctricos respetuosos del medio ambiente; procesos de control de nanoestructuras; materiales electrocerámicos multifuncionales como nuevos semiconductores magnéticos para el desarrollo de aplicaciones espintrónicas que sean ordenes de magnitud más rápidas y eficientes que las actuales aplicaciones electrónicas; guías de onda para procesadores fotónicos, etc.
Siendo España un país de cultura cerámica en el que el sector cerámico representa cerca del 1,5% del PIB nacional, el escenario es idóneo para que los esfuerzos científicos reviertan en la creación de empresas e implantación de materiales electrocerámicos y nanotecnología.