Una de las mejores decisiones que pude tomar.
“Siempre tuve claro que me gustaba la química. Pero fue un profesor de mi instituto quien me recomendó la ingeniería. Una de las mejores decisiones que pude tomar. Es una carrera dura en la que hay que trabajar mucho y tomárselo en serio, pero en la que es todo muy cercano: profesores siempre dispuestos a ayudarte y orientarte, buenos compañeros de los cuales algunos se han convertido en amigos imprescindibles... Todo esto, además de la oportunidad de realizar prácticas externas en empresa, me llevó a mi trabajo actual, donde me siento totalmente realizada profesionalmente. Siempre me sentiré agradecida por haberle dado aquella oportunidad a la Ingeniería Química.”